domingo, 24 de junio de 2007

COAG Andalucía llega un acuerdo con medio ambiente para permitir el trabajo de los apicultores en los montes

Esta organización agraria fue la primera en señalar la imposibilidad de cumplir la actual normativa y muestra su satisfacción ante el acuerdo alcanzado con la Consejería para modificarla.
Sevilla, 14 de junio de 2007. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Andalucía, ha llegado a un acuerdo con la Consejería de Medio Ambiente para que los apicultores puedan hacer su trabajo en terrenos forestales, durante el periodo de restricciones por el máximo riesgo de incendios forestales (este año, del 1 de junio al 15 de octubre). Tras la reunión mantenida con el director general de Gestión del Medio Natural, José Guirado, esta organización agraria ha conseguido el compromiso de modificación de la orden que regulaba el uso del ahumador en zonas forestales, una normativa que, como señaló en su momento COAG Andalucía, imposibilitaba el trabajo de los profesionales de la apicultura.

El acuerdo autoriza a los apicultores a desarrollar su actividad sin tener que comunicarlo con un mes de antelación, un requisito de la normativa que era, a todas luces, imposible de realizar. A cambio, los profesionales de la apicultura deberán cumplir una serie de compromisos, como el de suscribir un seguro de responsabilidad civil, disponer de un extintor o mochila de agua, encender y apagar el ahumador en un bidón habilitado para esta tarea, y mantener los colmenares libres de pasto.

COAG Andalucía considera que estos compromisos son asumibles para los apicultores y que, gracias a este acuerdo, fruto del diálogo, se puede hacer perfectamente compatible el desarrollo de la actividad apícola y la imprescindible prevención de los incendios forestales, un compromiso en el que los apicultores son los primeros interesados, puesto que viven del aprovechamiento de la vegetación natural con sus colmenas. Igualmente, hay que recordar que la apicultura cumple un papel fundamental en la conservación del medio ambiente, ya que, a menudo, son los apicultores los que, al ir a trabajar a los colmenares, ayudan a mantener en buen estado los caminos rurales.