sábado, 16 de diciembre de 2006

Detectan cómo eligen las plantas el polen para ser fertilizadas

Se trata de un sistema bioquímico de reconocimiento del material propio y externo, que hace posible la diversidad
Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrieron el mecanismo molecular por el cual las plantas reconocen el polen adecuado para ser fertilizadas y producir descendencia con viabilidad genética, lo que a su vez da lugar a la diversidad vegetal, de acuerdo con los resultados de una investigación iniciada en 1997, que recibió ya el visto bueno de la revista especializada Nature para su publicación.
Las plantas, a diferencia de los animales, no pueden seleccionar de manera visual qué miembro de su especie es idóneo para tener descendencia, es decir, no eligen su pareja como los animales, pero sí cuentan con un sistema de escrutamiento que les permite, mediante procesos bioquímicos, realizar la elección.
Un equipo que encabeza Felipe Cruz García, de la Facultad de Química, descubrió parte del mecanismo molecular de reconocimiento de polen de las plantas, mediante el cual es posible contar con una diversidad vegetal como la que existe en el planeta.

Depresión endogámica

Cruz García explicó que la mayoría de las flores son hermafroditas, es decir, tienen los dos sexos, y, dada la proximidad del órgano masculino con el femenino, es probable que le caiga su propio polen. Si eso ocurriese de forma recurrente, se presentaría depresión endogámica, a causa del apareamiento de individuos emparentados entre sí. "En los humanos ocurrirían inconvenientes como la consanguinidad que produce la hemofilia, por ejemplo", dijo.

Para evitar tal conflicto, han desarrollado un sistema bioquímico de reconocimiento del material propio y del proveniente de fuentes externas. "Eso es importante porque, si viene de otras, las células espermáticas sí fecundarán los óvulos y se producirá una descendencia con mayor variabilidad genética", aclaró.

Esto propicia que un vegetal genere una proteína con actividad de ribonucleasa conocida como S-RNasa, que contacta a otra producto del polen llamada SLF, de tal suerte que si esta última viene de la misma fuente será rechazada.

Por ejemplo, una planta S1S1 producirá una S1-RNasa que identificará a la proteína SLF1 del polvillo. Cuando así sucede y ambas coinciden, la especie mata a su propio material. Si viene de otra variedad, por ejemplo de una S3S3, la deja libre y el tubo polínico crece y fecunda a los óvulos; entonces la descendencia será S1S3. Es decir, se incorporan nuevos genes. Ese detalle "contribuye en gran medida a que sea apreciable la diversidad vegetal, porque estos sistemas promueven la polinización cruzada, es decir, la posibilidad de tener descendencia con diferentes individuos", aseveró.

Hasta ahora, añadió el científico, se había sugerido que el mecanismo molecular de rechazo se llevaba a cabo por degradación de la S-RNasa en los tubos polínicos, inducida por otra proteína, la SLF, descubierta por especialistas estadunidenses. Sin embargo, desde 1997, cuando el universitario realizó una estancia posdoctoral en la Universidad de Misuri-Columbia, Estados Unidos, se había detectado que no ocurría así. Y recordó que las observaciones en microscopía confocal lo confirmaron.

José Galan
LA JORNADA
http://www.jornada.unam.mx