jueves, 25 de febrero de 2016

Cariño y profesionalidad en el cuidado de las abejas

 

Fue en unas jornadas sobre enfermedades en apicultura donde conocimos a José Antonio Babiano, “veterinario de abejas”. Ante un centenar de apicultores nos habló de su experiencia, repasó las buenas prácticas en el colmenar, nos dio pistas para distinguir las enfermedades de las abejas y  tuvo tiempo para contarnos un chiste sobre los “asesores”. Le hemos  preguntado sobre su profesión y de cómo ve el futuro de las abejas. Le agradecemos  muchísimo el compartir con nosotros sus fotos y su tiempo.
Piquera con abejas metiendo polen
Piquera con abejas metiendo polen. Fuente: José Antonio Babiano
– De pequeño, ¿te imaginabas cuál iba a ser tu profesión?
Dado el gran interés que siempre han suscitado en mí los animales y la naturaleza era lógico pensar que mi devenir profesional iba a estar vinculado a los mismos (biología, veterinaria…) como así ha sido a pesar de no tener antecedentes familiares.
– ¿Cuáles son las principales funciones de un veterinario especializado en abejas?
Realmente debes realizar una función integral dentro de la explotación, no solo el asesoramiento técnico referido al diagnóstico y tratamiento de enfermedades, si cabe más importante aún es la relación y apoyo que el apicultor encuentra en ti en cuestiones como la alimentación, el manejo, legislación, productos… etc.
– ¿Hay un número suficiente de veterinarios en este sector?
Definitivamente no, hasta hace poco tiempo la apicultura no entraba dentro de los planes de formación reglada de la veterinaria por lo que aquellos veterinarios que querían dedicarse a este sector debían tener una formación específica independiente de los estudios universitarios, esto es aún más complicado si no tienes contacto directo con apicultores o no vives en una zona geográfica con una buena tradición apícola.
– ¿Se conoce al primer veterinario de abejas de la historia?
En realidad la apicultura es mucho más antigua que la veterinaria, nombres como Aristóteles, Plinio, Virgilio o Columela, ya trataron en profundidad a las abejas y algo de veterinarios tenían.
– ¿Qué aporta un veterinario a un apicultor en lo referente al “cuidado” de las abejas?
El veterinario debe aportar rigor y profesionalidad, asesorar, no imponer, siempre hay otra manera de hacer las cosas, debe ser la persona que informe al apicultor de sus obligaciones, de las novedades…. En definitiva debe convertirse en un complemento y un aliado del apicultor… esto solo se puede hacer en el colmenar, no desde un despacho.
– En tu opinión, ¿qué tanto por ciento de veterinario y qué tanto por ciento de apicultor es necesario para tu trabajo?
Me atrevería a decir que al 50 %, el apicultor debe verte como un apicultor más, que puede saber cosas o tener información que a él le beneficia, no como un técnico que va a entorpecer su labor y a imponer su criterio.
– Dentro de tu profesión, ¿cuál ha sido el mejor y el peor día?
Es difícil de precisar un solo día, siempre que visitas asentamientos y todo está correcto son días agradables, los peores días son aquellos en los que al realizar una visita a tus propias colmenas o las de otro apicultor encuentras un gran número de colmenas muertas por las causas que sean (calor, enfermedad, …), inconscientemente siempre piensas que podrías haber hecho algo para que no ocurriera (aunque no sea así), para nosotros no hay nada más triste que una colmena muerta.
Abejas en castaño
Abejas en castaño. Fuente: José Antonio Babiano
¿Cuáles son las enfermedades más graves en el colmenar hoy en día?
Sin lugar a dudas varroa es y seguirá siendo nuestro principal quebradero de cabeza a medio plazo, el resto de enfermedades suelen ser cíclicas con picos de alta prevalencia y con campañas sin apenas incidencia… la varroatosis está presente todos los años y siempre causa cuantiosos daños..
– ¿Cómo te reciclas y adquieres nuevos conocimientos específicos?
Por suerte el acceso a la información a través de las nuevas tecnologías facilita mucho el trabajo, y el estar en contacto diario con apicultores, asociaciones, cooperativas, administración hacen que la labor de reciclaje la realices continuamente casi sin darte cuenta. Por otro lado jornadas, simposium, congresos… y la participación en diferentes proyectos relacionados con la apicultura también contribuyen.
– ¿Alguna persona o institución que admiras relacionada con tu profesión?
Admiro a los apicultores, a su labor muchas veces ingrata que hace que este pequeño sector, económicamente hablando, mire al futuro, al final todos los técnicos e instituciones nos debemos a ellos.
– ¿Llegaremos a ver extinguirse a la abeja de la miel?
Sinceramente creo que el ser humano se extinguirá antes que nuestra querida amiga, ellas y la naturaleza son bastante más sabias que nosotros, y aunque se lo estamos poniendo difícil (pesticidas, cambio climático… etc) cuando nosotros no estemos ellas seguirán aquí.
– ¿Algún dicho apícola del que te acuerdes a menudo?
“Solo pica la abeja a quien torpe la maneja”, me gusta porque hace referencia a que la inmensa mayoría de las veces que una abeja nos pica es por nuestra culpa, no por lo la suya.
Colmenar
Colmenar. Fuente: José Antonio Babiano

La Junta registrará la presencia de la velutina en las explotaciones

Se usará un sistema de seguimiento con monitores-trampa ubicados en lugares limítrofes, como parte del futuro protocolo El sector se reunirá en Valladolid el día 8

M. M
21/02/2016
  • Montse Aparicio y Jorge Llorente (a su dch.) inauguraron ayer las jornadas apícolas, las cuales concluirán hoy. - I. L.M.
    Montse Aparicio y Jorge Llorente (a su dch.) inauguraron ayer las jornadas apícolas, las cuales concluirán hoy. - I. L.M.

 
La Junta pondrá en breve en marcha un programa para monitorizar la presencia de la avispa asiática en la provincia, mediante la colocación en las explotaciones apícolas de un sistema de trampas-monitores, en las zonas limítrofes con otras regiones donde ya se ha detectado la presencia de esta especie. Así lo avanzó ayer en el Monasterio de San Agustín el director general de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias de la Junta, Jorge Llorente, durante las III Jornadas de Apicultura organizadas este fin de semana por UCCL y la Asociación de Apicultores de Burgos (Asapibur).
Llorente detalló que el objetivo es doble, reducir la presencia de las reinas- «al ser las que se asientan el primer lugar y atraen al resto»-, y analizar la aplicación de productos que acaben con esta especie. «Todo ello nos permitirá la recogida y estudio específico posterior de ejemplares, tanto para analizar sus características concretas como las posibles vías para combatirlos».
Por ello, informó de la celebración de una reunión el próximo 8 de marzo en Valladolid, donde se ha invitado a participar a otras administraciones, asociaciones del sector y agrupaciones agrarias, «para pedirles su colaboración téncica pero también a la hora de ubicar parte de estos monitores en sus explotaciones».
Monitorización que «supondrá una parte del protocolo que ya están ultimando desde las áreas de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta», añadió el responsable regional. «Y para el que también estamos trabajando estrechamente con otros agentes, ya que es de complicada detección su presencia y su erradicación», reconoció Llorente.
Entre ellos la Diputación de Burgos, desde cuyo área de Protección Civil su responsable la diputada provincial Montse Aparicio, explicó que «ya se está actuando. Pero sobre todo en la retirada de los nidos», especificó, «proporcionando trajes especiales y material a los voluntarios de los parques provinciales -como los usados desde hace años en el País Vasco-, ya que cualquier otra actuación en el mundo rural debe ser desde la Junta». No dudó, por ello, en pedir a los organizadores que les hagan llegar las conclusiones de las jornadas que hoy acaban, «ya que es un grave problema frente al que debemos estar todos juntos y a la par».
En igual sentido se manifestaron ambas entidades organizadoras, desde las que a la ayuda técnica y logística de las administraciones, también sumaron la necesidad de formación y de investigación de la aplicación de nuevos productos ya empleados en otros países, así como una mejor regulación del sector. «Problemas a los que se suma la invasión de la avispa asiática, lo que da lugar a la ‘tormenta perfecta’ para los apicultores», describió Juan Carlos Merino, responsable del sector apícola en UCCL. Por ello propuso, por ejemplo, que las administraciones «agilicen la evaluación del uso de algunos productos que podrían frenar la invasión de la especie y que a se usan en Nueva Zelanda, por ejemplo, para controlar una plaga similar».
Pero también la regulación de la ubicación de colmenas, «ya que Burgos en concreto, que no viajamos pero sí contamos con temperaturas que atraen a productores de toda España, es objeto de conflictos que la Junta debería regular para un mejor funcionamiento».
También acercar a toda la sociedad los retos y problemas a los que se enfrenta el sector, «como son no sólo la de la avispa asiática sino también la enfermedades de la abeja y la formación, una de las asignaturas pendientes», explicó esta vez la presidenta de Asapibur, Esther Sáiz. Recuerda que su asociación cuenta con más de 400 miembros, «muchos de los cuales ven en el sector una vía laboral, que en verdad tiene gran futuro pero al que habría que llegar con mejor formación, con lo que se ayudaría a su consolidación como vía de asentamiento poblacional pero también como futuro empresarial».
Y es ahí donde piden ayuda a las administraciones, para formar a las nuevas generaciones, «ya que si no contamos con ayudas no podemos hacerlo nosotros, con el riesgo de perder una actividad de gran calidad y tradición en la provincia».
Las jornadas continuarán durante la mañana de hoy, en que varios apicultores contarán sus propias experiencias, y también se analizará el problema del abejaruco como principal depredador de las abejas.

Nuevo método analítico para detectar restos de plaguicidas en el polen

 

Investigadores del departamento de Química y Física de la Universidad de Almería han desarrollado un nuevo método para detectar restos de plaguicidas en polen, con capacidad para analizar, de forma simultánea, más de 250 compuestos en cantidades mínimas. Con este sistema, los expertos podrán determinar la influencia de los contaminantes en la pérdida de las colmenas de abejas, un fenómeno que se ha intensificado en los últimos años y puede tener consecuencias tanto en la producción de alimentos como en el mantenimiento de los ecosistemas, según explican los científicos.
Uno de los problemas que dificultan el análisis de polen es su elevado contenido en proteína. Según los investigadores, estas moléculas provocan una serie de reacciones químicas fuertes que interfieren en el proceso de separación de los plaguicidas del polen. “Estos efectos son difíciles de detectar. Afectan a la calidad de resultados y, por lo tanto, a la toma de decisiones. La metodología utilizada es específica para polen ya que aísla la proteína en la fase de extracción de los pesticidas y no altera negativamente el proceso de análisis”, explica a la Fundación Descubre el responsable de este proyecto, Amadeo Fernández-Alba, de la Universidad de Almería.
El método analítico propuesto por los expertos también les permite detectar niveles de concentración de contaminantes a escala de microgramo, es decir, un millón de veces inferior a un kilo. La posibilidad de identificar cantidades traza, o ínfimas, solventa uno de los problemas del análisis de pesticidas: la presencia en una muestra de hasta 20 compuestos diferentes, a distintas concentraciones. “Aunque las cantidades traza puede parecer que no son importantes, son necesarias para la correcta evaluación. Ésta sólo se consigue cuando se dispone de una visión completa de todos los residuos que pueda evaluar los efectos sinérgicos”, explica el investigador.
Junto a la precisión, el nuevo sistema de detección se caracteriza por su capacidad para identificar, de forma simultánea, hasta 253 compuestos. Esto supone una ventaja respecto a la instrumentación que, hasta ahora, se ha aplicado al análisis de polen, programada para detectar sólo aquellos componentes con mayor probabilidad de estar presentes en una muestra.
Sin embargo, la propia movilidad de las abejas y la acción de la atmósfera en el transporte de contaminantes motivaron el desarrollo de una tecnología más sofisticada que ampliara la gama de compuestos contaminantes y potencialmente tóxicos. “Es evidente que todos a la vez no van a estar presentes en una muestra, pero es mucho más correcto y fiable disponer de métodos que permitan rastrear el mayor número posible de pesticidas”, aclara el experto.
Estas innovaciones se consiguen a través de un conjunto de técnicas de análisis denominadas cromatografía de gases y líquidos, acoplada a espectrometría de masas en tándem. Su finalidad es identificar, separar y cuantificar los distintos elementos del polen.
Para ello, la muestra se somete a diversos procesos físicos y químicos que proporcionan información compleja y variada. Por ejemplo, qué tipo de componentes aparecen o cómo es la estructura y el nivel de concentración de cada uno de ellos.
De esta forma, los investigadores pueden detectar la presencia de plaguicidas, elaborar una clasificación y determinar las cantidades de la muestra.
Problema mundial
En este trabajo, financiado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, los investigadores han aplicado esta metodología al análisis de, hasta el momento, 41 muestras de polen de abejas de diferentes zonas de España.
Los resultados, que se recogen en el artículo ‘A sensitive and efficient method for routine pesticide multiresidue analysis in bee pollen samples using gas and liquid chromatography coupled to tandem mass spectrometry’, publicado en la revista Journal of Chromatography A, ayudarán a los expertos a determinar la influencia de los pesticidas en el despoblamiento de las colmenas, una situación que se produce cuando las abejas obreras no regresan a la colonia y mueren.
La importancia de estos insectos en la preservación de la biodiversidad se debe a su labor polinizadora, proceso esencial para la reproducción de la mayoría de las plantas, ya sean silvestres o cultivadas. “Las abejas cumplen un papel decisivo en la producción de alimentos y en el mantenimiento de los ecosistemas naturales. Su desaparición es un problema que surge, de forma intensa, hace unos cinco años, a escala mundial. Por lo tanto, hay un gran interés por entender qué está pasando con estos insectos”, asevera el responsable de este estudio.
En este sentido, el investigador señala que aún es pronto para confirmar la implicación de los pesticidas en la reducción de las colonias apícolas. “Hay que analizar otros aspectos contaminantes en las abejas. Además, hay otros factores que pueden afectar, entre ellos, la varroa, un tipo de ácaro que daña los insectos, o enfermedades como la nosema. Sólo cuando tengamos todos los datos podremos hacer una valoración global de la situación”, indica.

Fuente: Fundación Descubre (M. José Llobregat)

sábado, 20 de febrero de 2016

Centro Apícola de Marchamalo ha augurado un año catastrófico para las abejas

El investigador Mariano Higes, del Centro Apícola de Marchamalo (Guadalajara), dependiente del Instituto de Investigación Agraria y Forestal de la Junta de Castilla-La Mancha (IRIAF), ha augurado un año catastrófico para las abejas que puede suponer la desaparición de miles de colmenas.
Higes ha explicado a Efe que "la sequía y las altas temperaturas de este invierno están sometiendo a mucho estrés a las colonias de abejas y favoreciendo a sus patógenos, por lo que si no tenemos una buena primavera que permita a las colmenas renovarse sospecho que este año va a ser una catástrofe".
Una situación que se suma al "problema muy severo" que se ha dado este otoño con el parásito varroa destructor, contra el que no han funcionado bien los tratamientos aplicados y ha producido una gran mortandad, ha añadido.
"La situación es bastante dramática y solo una primavera con lluvias y floración abundante permitiría a las colmenas recuperarse y aumentar la población joven de forma suficiente para afrontar la temporada con garantías", ha concluido.
En el mismo sentido se ha manifistado el presidente del Consejo Regulador de la D.O. 'Miel de la Alcarria', Félix Esteban, quien ha recordado que el año pasado se vivió un repunte de la aparición de la varroa que lo han convertido en el problema prioritario.
"Hay que continuar luchando contra ello y pedir a los técnicos que determinen si son necesarios más de un tratamiento al año u otras medidas, porque se ha visto que las abejas con un solo tratamiento acaban muriendo por mucho que las suplementemos con alimento", ha explicado.
Según Esteban, el año 2015 ha sido "el cuarto mes de penuria respecto a la miel de la Alcarria", con una cosecha escasa por culpa del calor y una preocupante situación sanitaria.

Un método detecta plaguicidas en polen y su relación con la pérdida de abejas

 

Investigadores de la Universidad de Almería han aplicado una técnica de análisis que identifica de forma simultánea hasta 253 compuestos en cantidades microscópicas. Con esta herramienta los expertos determinarán la influencia de los contaminantes en la reducción del número de colmenas.
Más información sobre:
polen
plaguicidas
abejas
Fundación Descubre | | 18 febrero 2016 10:43
<p>Las abejas son claves en la preservación de la biodiversidad por su labor polinizadora. / Wikipedia</p>
Las abejas son claves en la preservación de la biodiversidad por su labor polinizadora. / Wikipedia
Investigadores del departamento de Química y Física de la Universidad de Almería han desarrollado un nuevo método para detectar restos de plaguicidas en polen, con capacidad para analizar, de forma simultánea, más de 250 compuestos en cantidades mínimas. Con este sistema, los expertos podrán determinar la influencia de los contaminantes en la pérdida de las colmenas de abejas, un fenómeno que se ha intensificado en los últimos años y puede tener consecuencias tanto en la producción de alimentos como en el mantenimiento de los ecosistemas, según explican los científicos.
Uno de los problemas que dificultan el análisis de polen es su elevado contenido en proteína. Según los investigadores, estas moléculas provocan una serie de reacciones químicas fuertes que interfieren en el proceso de separación de los plaguicidas del polen. “Estos efectos son difíciles de detectar. Afectan a la calidad de resultados y, por lo tanto, a la toma de decisiones. La metodología utilizada es específica para polen ya que aísla la proteína en la fase de extracción de los pesticidas y no altera negativamente el proceso de análisis”, explica el responsable de este proyecto, Amadeo Fernández-Alba, de la Universidad de Almería.
Con este sistema se podrá determinar la influencia de los contaminantes en la pérdida de las colmenas
El método analítico propuesto por los expertos también les permite detectar niveles de concentración de contaminantes a escala de microgramo, es decir, un millón de veces inferior a un kilo. La posibilidad de identificar cantidades traza, o ínfimas, solventa uno de los problemas del análisis de pesticidas: la presencia en una muestra de hasta 20 compuestos diferentes, a distintas concentraciones. “Aunque las cantidades traza puede parecer que no son importantes, son necesarias para la correcta evaluación. Ésta sólo se consigue cuando se dispone de una visión completa de todos los residuos que pueda evaluar los efectos sinérgicos”, explica el investigador.
Junto a la precisión, el nuevo sistema de detección se caracteriza por su capacidad para identificar, de forma simultánea, hasta 253 compuestos. Esto supone una ventaja respecto a la instrumentación que, hasta ahora, se ha aplicado al análisis de polen, programada para detectar sólo aquellos componentes con mayor probabilidad de estar presentes en una muestra.
Sin embargo, la propia movilidad de las abejas y la acción de la atmósfera en el transporte de contaminantes motivaron el desarrollo de una tecnología más sofisticada que ampliara la gama de compuestos contaminantes y potencialmente tóxicos. “Es evidente que todos a la vez no van a estar presentes en una muestra, pero es mucho más correcto y fiable disponer de métodos que permitan rastrear el mayor número posible de pesticidas”, aclara el experto.
Estas innovaciones se consiguen a través de un conjunto de técnicas de análisis denominadas cromatografía de gases y líquidos, acoplada a espectrometría de masas en tándem. Su finalidad es identificar, separar y cuantificar los distintos elementos del polen.
Para ello, la muestra se somete a diversos procesos físicos y químicos que proporcionan información compleja y variada. Por ejemplo, qué tipo de componentes aparecen o cómo es la estructura y el nivel de concentración de cada uno de ellos. De esta forma, los investigadores pueden detectar la presencia de plaguicidas, elaborar una clasificación y determinar las cantidades de la muestra.
Un problema a escala mundial
En este trabajo, financiado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, los investigadores han aplicado esta metodología al análisis de, hasta el momento, 41 muestras de polen de abejas de diferentes zonas de España. Los resultados, que se recogen en el Journal of Chromatography A, ayudarán a los expertos a determinar la influencia de los pesticidas en el despoblamiento de las colmenas, una situación que se produce cuando las abejas obreras no regresan a la colonia y mueren.
La importancia de estos insectos en la preservación de la biodiversidad se debe a su labor polinizadora, proceso esencial para la reproducción de la mayoría de las plantas, ya sean silvestres o cultivadas. “Las abejas cumplen un papel decisivo en la producción de alimentos y en el mantenimiento de los ecosistemas naturales. Su desaparición es un problema que surge, de forma intensa, hace unos cinco años, a escala mundial. Por lo tanto, hay un gran interés por entender qué está pasando con estos insectos”, asevera el responsable de este estudio.
En este sentido, el investigador señala que aún es pronto para confirmar la implicación de los pesticidas en la reducción de las colonias apícolas. “Hay que analizar otros aspectos contaminantes en las abejas. Además, hay otros factores que pueden afectar, entre ellos, la varroa, un tipo de ácaro que daña los insectos, o enfermedades como la noxema. Sólo cuando tengamos todos los datos podremos hacer una valoración global de la situación”, indica.
Referencia bibliográfica:
P. Parrilla Vázquez; A. Lozano; S. Uclés; M.M. Gómez Ramos; A.R. Fernández-Alba. ‘A sensitive and efficient method for routine pesticide multiresidue analysis in bee pollen samples using gas and liquid chromatography coupled to tandem mass spectrometry’. Journal of Chromatography A 1426 (2015) 161–173. http://dx.doi.org/10.1016/j.chroma.2015.11.081
Zona geográfica: Andalucía
Fuente: Fundación Descubre



Ganadería / Otros/Más

Denuncian la muerte masiva de abejas por plaguicidas en Murcia, Andalucía y C. Valenciana

Un apicultor asegura que en dos semanas han muerto unas 225.000 abejas en sus 50 colmenas

 

La fumigación de árboles frutales de floración temprana, como nectarinos y melocotoneros, está provocando la muerte masiva de abejas, mayoritariamente en colmenas de la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, denuncia Greenpeace. Luis Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de la organización, ha asegurado que "no se puede negar la evidencia de que abejas y otros insectos polinizadores mueren a causa del uso de plaguicidas en la agricultura industrial". En las dos últimas semanas, explica Greenpeace en una nota, apicultores pertenecientes a la Agrupación de Defensa Sanitaria Apícola (apiADS) de la Comunidad Valenciana y de la Asociación de Apicultores de la Región de Murcia han detectado en sus colmenas decenas de cajas de abejas muertas y sin apenas actividad.
   Estas mortandades, asegura Greenpeace, vuelven a coincidir con la fumigación de los árboles de floración temprana con productos altamente nocivos para los insectos polinizadores, como el Clorpirifós, presente en el 80 por ciento de las muestras de abejas muertas recogidas en 2014; el dimetoato, detectado en el 68 por ciento de las muestras, o el imidacloprid, en el 32.
    La organización ecologista recuerda que desde el 1 de enero de 2014 todas las explotaciones de la Unión Europea deben cumplir con los principios de la Gestión Integrada de Plagas, que defiende el uso prioritario de métodos no químicos.
    No obstante, "el interés por vender este tipo de productos, el mal asesoramiento al sector agrícola y un escaso o nulo control por parte de las autoridades locales originan estos dantescos espectáculos cada año", asegura.

25.000 abejas en dos semanas y lo peor está por venir

    Enrique Simó, apicultor y veterinario de la apiADS, ha asegurado que en dos semanas han muerto unas 225.000 abejas en sus 50 colmenas, que suponen el 50 por ciento de la población adulta, y ha anticipado que la situación se agravará cuando comience la floración de los cítricos.
    Por su parte, Carlos Zafra, veterinario de la Asociación de Apicultores de la Región de Murcia, ha denunciado la "total impunidad con quienes aplican este tipo de productos, pero sobre todo con quienes los siguen produciendo y vendiendo".
    Greenpeace reclama mayor control por parte de las autoridades competentes, la puesta en marcha de un plan de acción integral que contemple un calendario claro para la eliminación de estos productos y una "apuesta decidida" por la agricultura ecológica.
    En España, según la organización, están autorizados más de 300 insecticidas en cuya ficha de registro se indica que son peligrosos, incluso muy peligrosos, para las abejas.

Extremadura registra 70.000 nuevas colmenas en el año 2015, según Coag

 

Unas 70.000 nuevas colmenas se han instalado en Extremadura en el año 2015 debido al aumento del número de personas que ha decidido apostar por este sector.
"La apicultura se ha puesto de moda", ha dicho a Efe el responsable de este sector de Coag Extremadura, Paulino Marcos.
Extremadura cuenta con unas 560.000 colmenas, por lo que es uno de los grandes referentes del sector en la Península.
El incremento de esta actividad se debe principalmente al estancamiento de diversos sectores productivos en la comunidad, como por ejemplo la construcción o las renovables, lo que hace de la apicultura un negocio atractivo, ha indicado.
Además, los precios de la apicultura repuntaron en 2013 y 2014, lo que sirvió de atractivo para llegar al sector, aunque el objetivo actual de los intermediarios es bajar las cotizaciones a nivel internacional, según Marcos.
Marcos ha alertado de las consecuencias de este creciente interés para el sector, pues en muchos casos se trata de personas sin conocimientos, lo que puede acarrear un problema en aspectos como el control de enfermedades.
Además, los apicultores tradicionales tienen desde hace años sus espacios y sus contratos con los propietarios de fincas, mientras que los novatos inicialmente no encuentran sitio, por lo que en ocasiones hacen ofertas al alza para poder instalar sus colmenas, ha explicado el dirigente de Coag.
Sin embargo, ha advertido de que este aumento en el número de colmenas no ha venido parejo al de un incremento en la producción, pues ésta depende de los factores meteorológicos, y en este sentido ha sido un año irregular para la apicultura extremeña.
Así, por un lado ha sido una campaña negativa para el sector tanto en primavera, con temperaturas muy elevadas en marzo y abril, como en la trashumancia del girasol en las llanuras de Valladolid o en la melaza de la encina castellanoleonesa.
Sin embargo, ha apuntado, fueron positivas las campañas de la melaza de roble y de las floraciones de castaño propias también de la trashumancia.
En general, el año ha sido "malo" para el sector en cuanto a producción, ha indicado Marcos, quien ha alertado de las consecuencias de las altas temperaturas impropias del otoño y la primavera.

Los apicultores temen que la sequía agudice el problema del “desabejamiento” de las colmenas

 

Jaime López Morena, presidente de la Asociación Profesional de Apicultores de Ciudad Real (ASPACR), señalaba durante el tradicional almuerzo de hermandad con motivo de las celebraciones de esta época que, para el sector, “la situación actual pasa por mantener la secuencia estable de los últimos ejercicios, donde la humedad y correspondiente floración se han mantenido”.apicultores
Hasta ahora, esos factores habían venido dando cierta estabilidad en el preocupante proceso de “desabejamiento de nuestras colonias, manteniendo así la producción con unos índices de calidad y cantidad previsible”.
Pero, como añadía López, “la situación actual en cuanto a climatología no es muy halagüeña y, de no cambiar la situación de sequía que se está produciendo, sí se podría ver afectada seriamente la producción del 2016”.
Además, como ponía de manifiesto ante los asociados que se dieron cita, “las diferentes patologías que amenazan nuestros insectos intensifican su virulencia ante situaciones climatológicas adversas”. Con la particularidad añadida de “la aparición, cada día más frecuente en nuestro país, de la avispa asiática ‘Vespa Velutina”.
Jaime López ponía los puntos sobre las íes en este último aspecto cuando explicaba que se trata éste otro insecto de “un depredador de nuestras abejas, que aporta una incertidumbre más al cuadro sanitario de nuestra apicultura y que, al día de hoy, no se conoce el alcance real de acabar instalándose en nuestro ecosistema medioambiental”.
Dibujando, por otro lado, un horizonte de esperanza, desde ASPACR se destaca “la sensibilización y el compromiso de todos los países generadores de los llamados gases de efecto invernadero”, tras el documento que, esta vez sí, se rubricaba semanas atrás en París.
“Esperemos que se aplique con todo rigor que el asunto merece por parte de los responsables”, enfatizaba el presidente del colectivo provincial, haciendo hincapié en aquellas medidas tendentes a “paliar o subsanar el deterioro medioambiental del que los apicultores somos directamente los más perjudicados”.
Recogida de firmas
Comercialmente los apicultores de Ciudad Real piden que se tenga en cuenta la procedencia en el etiquetado de los productos apícolas, “ante el concepto de generalidad marcado por la administración de Bruselas, que omite indicar la caracterización del producto vinculada a su procedencia”.
Todo el sector se ha manifestado ya a las puertas del Ministerio de Agricultura y se siguen realizando actos en el mismo sentido, como la recogida de firmas de apoyo que en este sentido se realizó también en el transcurso de la celebración de la tradicional comida de hermandad de ASPACR por parte de sus socios.
Homenaje a Aurelio González López
Durante este encuentro, la Asociación Profesional de Apicultores de Ciudad Real hizo un homenaje póstumo a uno de sus asociados, Aurelio González López cuyo hijo, emocionado por el momento, recogió la placa conmemorativa de manos del presidente.
De esta manera se reconocía la gran labor profesional y humana demostrada por el homenajeado, también al servicio de la apicultura, una actividad que le permitió, no sin esfuerzos, sacar adelante a su familia.

viernes, 5 de febrero de 2016


¿ Controles fronterizos para las abejas ?

 El transporte de abejas melíferas europeas infectadas por el ácaro Varroa es la causa de la epidemia que diezma a estos polinizadores

 
El virus que está matando abejas por millones, conocido como el virus de las alas deformes, es endémico de la abeja melífera europea y se ha propagado por todo el mundo debido al mayor movimiento de un gran vector, el ácaro Varroa. El ácaro se ha propagado en gran parte debido a la comercialización de las colonias de abejas que este parásito infecta. Así se desprende de un estudio que publica la revista «Science».
El trabajo, dirigido por investigadores de la Universidad de Exeter y la Universidad de Berkeley, concluye que la abeja melífera europea es el origen de la infección con el virus de las alas deformes de colmenas en todo el mundo, pero no de una forma natural, sino ayudada por el hombre, que ha favorecido su propagación con el transporte y la comercialización de abejas para la polinización de cultivos. Este virus es uno de los más comunes entre abejas, pero ha pasado de ser una endemia a convertirse en una epidemia global, dicen los investigadores.
El caso es que el virus de las alas deformes por sí solo no tenía efectos tan devastadores, pero la presencia del agente parasitario «varroa destructor» en las colmenas, ha propiciado una combinación mortal, que ha acabado con millones de abejas en las últimas décadas, cuentan los investigadores en «Science». Estudio anteriores ya indicaban que la presencia del ácaro varroa aumentaba la propagación del virus en las poblaciones de abejas, no solo porque actúa como vector, sino también porque incrementa la virulencia del virus. Los ácaros actúan como pequeñas incubadoras de una letal forma de la enfermedad y se la inyectan directamente en la sangre a la abeja. Esto ha conducido a uno de los virus de insectos más contagiosos y más ampliamente propagados del planeta.
Los científicos conocían por tanto cómo la varroa afecta a la propagación del virus a escala individual y de la colonia, pero no conocían su efecto sobre la expansión global de la enfermedad.
Algunas hipótesis se referían a que el ácaro se transformó en un factor importante cuando migró de su huésped originario, la abeja asiática, a la abeja europea, que luego causó la epidemia del virus de las alas deformes. Otras hablaban de que el virus era originario de las abejas europeas, pero que resurgió debido al incremento de los ácaros.
Para comprender mejor cómo el ácaro varroa impactó en la propagación global de este virus, los investigadores dirigidos por la profesora Lena Wilfert, del Centro de Ecología y Conservación de la Universidad de Exeter, utilizaron la secuenciación molecular del virus y los ácaros de 32 ubicaciones en 17 países. Los investigadores estimaron las principales vías de propagación del virus mediante la comparación de los patrones geográficos y los patrones específicos del huésped. Los resultados obtenidos respaldan la idea de que el virus de las alas deformes es un patógeno endémico de la abeja europea que recientemente resurgió mediante la expansión de la varroa como vector.

Controles más severos

Para reducir los efectos negativos de este virus en los polinizadores, los autores afirman que se deberían imponer controles más severos, como controles de salud obligatorios y controles del paso de las abejas entre fronteras. «Ahora tenemos que mantener límites estrictos sobre el movimiento de las abejas, aunque no conozcamos si están infectadas o no por la varroa. Y también es realmente importante que los apicultores en todos los niveles tomen medidas para controlar este parásito en sus colmenas, ya que esta enfermedad viral también puede afectar a los polinizadores salvajes».
Roger Butlin, profesor de biología evolutiva en la Universidad de Sheffield, afirma que este estudio demuestra “los riesgos que entraña el movimiento de animales y plantas en todo el mundo. Las consecuencias pueden ser devastadoras, tanto para los animales domésticos como para la vida silvestre. El riesgo de virus y otros patógenos es solo uno de muchos peligros potenciales». Por su parte, el profesor Mike Boots, adscrito a las universidades de Exeter y de Berkeley, concluye que «la idea clave de nuestro trabajo es que la pandemia mundial de virus en las abejas no es natural sino provocada por el hombre. Por tanto, en nuestras manos está mitigarla».