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Denuncian la muerte masiva de abejas por plaguicidas en Murcia, Andalucía y C. Valenciana
Un apicultor asegura que en dos semanas han muerto unas 225.000 abejas en sus 50 colmenas
La fumigación de árboles frutales de floración
temprana, como nectarinos y melocotoneros, está provocando la muerte
masiva de abejas, mayoritariamente en colmenas de la Comunidad
Valenciana, Murcia y Andalucía, denuncia Greenpeace.
Luis Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de la
organización, ha asegurado que "no se puede negar la evidencia de que
abejas y otros insectos polinizadores mueren a causa del uso de
plaguicidas en la agricultura industrial".
En las dos últimas semanas, explica Greenpeace en una nota, apicultores
pertenecientes a la Agrupación de Defensa Sanitaria Apícola (apiADS) de
la Comunidad Valenciana y de la Asociación de Apicultores de la Región
de Murcia han detectado en sus colmenas decenas de cajas de abejas
muertas y sin apenas actividad.
Estas
mortandades, asegura Greenpeace, vuelven a coincidir con la fumigación
de los árboles de floración temprana con productos altamente nocivos
para los insectos polinizadores, como el Clorpirifós, presente en el 80
por ciento de las muestras de abejas muertas recogidas en 2014; el
dimetoato, detectado en el 68 por ciento de las muestras, o el
imidacloprid, en el 32.
La organización ecologista recuerda que desde el 1 de enero de
2014 todas las explotaciones de la Unión Europea deben cumplir con los
principios de la Gestión Integrada de Plagas, que defiende el uso
prioritario de métodos no químicos.
No obstante, "el interés por vender este tipo de productos, el
mal asesoramiento al sector agrícola y un escaso o nulo control por
parte de las autoridades locales originan estos dantescos espectáculos
cada año", asegura.
25.000 abejas en dos semanas y lo peor está por venir
Enrique Simó, apicultor y veterinario de la apiADS, ha asegurado
que en dos semanas han muerto unas 225.000 abejas en sus 50 colmenas,
que suponen el 50 por ciento de la población adulta, y ha anticipado
que la situación se agravará cuando comience la floración de los
cítricos.
Por su parte, Carlos Zafra, veterinario de la Asociación de
Apicultores de la Región de Murcia, ha denunciado la "total impunidad
con quienes aplican este tipo de productos, pero sobre todo con quienes
los siguen produciendo y vendiendo".
Greenpeace reclama mayor control por parte de las autoridades
competentes, la puesta en marcha de un plan de acción integral que
contemple un calendario claro para la eliminación de estos productos y
una "apuesta decidida" por la agricultura ecológica.
En España, según la organización, están autorizados más de 300
insecticidas en cuya ficha de registro se indica que son peligrosos,
incluso muy peligrosos, para las abejas.