miércoles, 29 de abril de 2009

El decreto de la ´pinyolà´ obliga a trasladar 40.000 colmenas a otros puntos de España

Más de un centenar de apicultores de la Ribera inician en el arranque de la primavera un éxodo obligado. La protección de los citricultores y la prevención de la pinyolà -aparición de semillas en algunas variedades de mandarinas híbridas- obliga desde 1993 a los apicultores a trasladar la gran mayoría de sus colmenas, más de 40.000 en toda la comarca, durante la época de floración de las variedades híbridas . La trashumancia no es nueva para ellos, pero los apicultores no entienden esta marcha impuesta: "Aquí tenemos una de las floraciones más buenas y la que más néctar da y nos obligan a llevarnos las colmenas", lamenta Hernando Aquino, apicultor de Montroy.
Raro es el meler de la comarca que no cuenta con colmenas en otros lugares de la geografía valenciana y española. La práctica totalidad instalan sus colmenas fuera de la Comunitat Valenciana entre marzo y septiembre. Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón, Murcia... son algunos de los destinos elegidos, de un lado, porque en estas zonas se dan buenas floraciones que garantizan una abundante producción de miel, en la que estas familias basan su economía. De otro lado, se valora la obtención de mayores ingresos gracias a la concesión de ayudas por la polinización que numerosas comunidades autónomas (también la Comunitat Valenciana, aunque no en el caso de los cítricos) ofrecen a los apicultores por facilitar la polinización de las diferentes especies.
Sin embargo, muchos pequeños productores de la comarca se han visto obligados a mover sus colmenas precisamente después del decreto para prevenir la pinyolà que, extraordinariamente este año permite asentamientos en Montserrat, Turís y Benimodo. "Has de desplazar las colmenas y te has de trasladar tú también para preparar el asentamiento y controlar los primeros días", comenta José García, de Montroy, quien mantiene sus colmenas en Huelva "todo el año". "Cada veinte días vamos a echar una mirada", añade e, incluso, llegan a alquilar allí una vivienda. Casi todos los apicultores de Montroy se marchan desde la primavera hasta agosto. En invierno, algunos productores hibernan las colmenas en el pueblo. García relata que "mucha gente mayor se lo ha dejado y entra poca gente joven: en los últimos 15 años, sólo he conocido dos apicultores jóvenes".
Esta misma situación se repite en Turís: Rosa Guaita, portavoz de La Unió en este municipio explica que "la gente que se queda todo el año en la comarca es porque tiene pocas colmenas". Antes del decreto de la pinyolà"no existía esta fuga generalizada".
Tanto uno como otra deploran la "mala propaganda de la apicultura" que ha hecho la Conselleria de Agricultura con el decreto de la pinyolà. José García la acusa de "haber creado una guerra entre apicultor y citricultor" y Hernando Aquino culpa directamente a la conselleria del problema de la pinyolà: "Las navelinas y las navel están muy bien hechas y no ofrecen pegas. Sólo con que la conselleria se hubiera informado de lo que ha pasado en Norteamérica con los híbridos, no hubiera apostado por estos cultivos, que tantos problemas están dando".

domingo, 5 de abril de 2009

Los apicultores creen que en cinco años sólo habrá colmenas de abeja autóctona

La asociación provincial inició hace tres años los trabajos de cría de este insecto, adaptado a la climatología gallega
GABINO PORTO - PORRIÑO La Asociación de Apicultores de la Provincia de Pontevedra confía en que en el plazo de cinco años pueda estar totalmente reintroducida en Galicia la “abella negra galega”, una raza autóctona que posee, entre sus ventajas, una perfecta aclimatación a la meteorología del país. Así lo manifestó ayer José María Seijo, apicultor y estudioso de esta variedad, y que hoy ofrece una charla, a las 17.00 horas, en el Centro Cultural de Porriño con motivo de la XXI Feria Apícola das Rías Baixas para abordar asuntos como la selección de la raza, las diferencias de comportamiento y el manejode las colmenas.
Seijo lleva tres años volcado en la recuperación de esta raza autóctona de abeja, “la más adaptada a la climatología de Galicia”, asegura.
En el mundo existen 20.000 especies de abejas, de las cuales un buen número producen miel. A pesar de que la mayoría de las abejas de la miel son híbridas –surgidas tras cruzamientos de varias razas–, varios países y comunidades trabajan en recuperar sus propias especies.
Los apicultores pontevedreses están seguros que con la abeja negra trabajando en la producción de la miel, la cantidad de enjambres sueltos sería menor y la producción mayor, además de que las abejas de esta especie son menos agresivas, apunta Seijo.
En el estudio para la recuperación trabajan, junto a la asociación de apicultores de Pontevedra, la Agrupación Apícola de Galicia y la Universidade de Vigo.
Los apicultores aseguran que la principal dificultad para conseguir la raza pura es que las abejas se aparean fuera de la colmena, sin que sea posible controlarlas. Las colmenas de Pontevedra se encuentran situadas a una distancia entre ellas de aproximadamente tres kilómetros, pero las abejas pueden recorrer hasta ocho para aparearse. “Es decir, una reina puede recorrer un radio de ocho kilómetros para emparejarse con un zángano y esto nos complica, porque desconocemos qué tipo de colmena puede existir en esa zona y si el apareamiento se realiza con otra especie sociable, híbrida o de otra raza”.
Legalización de colmenas
En la actualidad, la administración ha abierto la mano para que puedan legalizarse colmenas ubicadas en propiedades particulares cercanas a casas y pretenden que todos los apicultores, aunque utilicen la miel exclusivamente para consumo propio, se den de alta para realizar un censo adecuado de ubicación de colmenas y poder trabajar en zonas concretas.
La asociación está realizando un plan que consiste en el reparto de reinas para intentar, con el tiempo, obtener una genética de la abeja negra gallega.
En la feria apícola de hoy, la asociación anunció que repartirá 200 abejas reinas de la raza gallega a los apicultores asistentes para que practiquen con ellas y realicen pruebas de su introducción. Para José María Seijo, dentro de cinco años “el panorama podrá haber cambiado y las abejas autóctonas estar prácticamente reintegradas”.

La miel, el motor del Corredor de la Plata


Producción de miel. La cooperativa Sierras Andaluzas produjo en la pasada campaña 700.000 kilos de miel, lo que supone el 15% del total de toda Andalucía. Las producciones no son fijas porque dependen de la floración

La miel, además de ser un endulzante totalmente natural que no contiene aditivos ni conservantes, tiene un alto valor energético que es absorbido rápidamente por el torrente sanguíneo, por lo que es muy útil para los deportistas. Aumenta la resistencia al cansancio físico y mental, mitiga el insomnio y facilita la digestión y la asimilación de los alimentos. La producción de miel en la provincia se centra, sobre todo, en el Corredor de la Plata. En uno de sus municipios, Castilblanco de los Arroyos, está la cooperativa de miel Sierras Andaluzas, que elabora, analiza y envasa miel de apicultores de toda Andalucía. Como explica su gerente, José Luis Pajuelo, el resto de la producción se realiza en cooperativas familiares de 8 ó 9 miembros.

Sierras Andaluzas nació en 2001 por la iniciativa de diez apicultores para consolidar un producto de calidad y competitivo en el mercado de la miel. Esta cooperativa reúne a los propietarios de pequeñas explotaciones de toda Andalucía que acuden a esta empresa de Castilblanco de los Arroyos para envasar y distribuir la miel. En total, 136 socios apicultores se benefician de un sistema de trabajo uniforme que permite saber en todo momento de dónde proviene la miel y el proceso que ha tenido. Esto es conocido como trazabilidad y supone una garantía de calidad para el consumidor.

La cooperativa agrupa en la actualidad más de 60.000 colmenas, lo que supone un 15 por ciento de los panales andaluces. Además, fue la primera cooperativa apícola que obtuvo las normas de calidad ISO 9001 y 14001, la calidad certificada que concede la Junta de Andalucía y la marca Parque Natural. En total, Sierras Andaluzas produce el 60 por ciento de la miel de la provincia de Sevilla y un diez por ciento de la andaluza. La mayor parte de la miel se vende a granel.

La miel de Sierras Andaluzas es, sobre todo, de azahar, eucalipto, romero y mil flores. La pasada temporada tuvo una producción de 700.000 kilos de miel. Esto es sólo un valor indicativo, puesto que la producción depende de la floración. La campaña de la miel comienza en mayo con la miel de azahar, sigue en junio con las mil flores y termina con el eucalipto.

En cuanto a la crisis económica generalizada, el gerente de Sierras Andaluzas, José Luis Pajuelo, asegura que aún no ha afectado al sector. "El nuestro no es un producto de primera necesidad, por lo que el que consume miel, ahora mismo, sigue haciéndolo; otra cosa es cómo afectará al tema de las confiterías que utilizan la miel para la repostería ".

La cooperativa, además de ofrecer la ayuda en el tratamiento, el análisis y la formación de los apicultores, está trabajando para la obtención de la denominación de origen Sierra Morena, lo que supondrá una garantía para el consumidor que se añade a las ya existentes.

Cuando el apicultor llega a Sierras Andaluzas lo primero que realiza es el vaciado de los paneles de las colmenas. Desde aquellas primeras de corcho con palos cruzados en su interior se ha pasado a otras más modernas que facilitan el trabajo de la recolección. Una vez extraída, la miel pasa a unos bidones donde en una ficha se recogen todos los datos de extracción, tipo de miel, variedad, etc. Es en este momento cuando se extraen las muestras que serán analizadas en el laboratorio de la propia cooperativa. Aquí se comprueba que esté libre de antibióticos, el porcentaje de humedad, entre otros indicadores.

También se realizan controles de campo, que tienen como objetivo velar por la sanidad de las abejas y garantizar un producto de calidad. Otra de las características que cuidan especialmente es que la miel esté siempre a una temperatura constante.

El Corredor de la Plata, que comprende los municipios de Aznalcóllar, el Castillo de las Guardas, Castilblanco de los Arroyos, Gerena, El Garrobo, El Madroño y El Ronquillo, tiene una amplia tradición apicultora. De hecho, la cooperativa Sierras Andaluzas, situada en Castilblanco de los Arroyos, produce el 60 por ciento de la miel de la provincia. La comarca ofrece actividades y señalizaciones para que el visitante se acerque al mundo de la miel desde sus orígenes en los colmenares pasando por las fábricas de miel y terminando con el producto ya envasado que puede ser degustado en catas o en la gastronomía tradicional de la comarca en los establecimientos señalizados.

Es una ruta turística cuyo punto de arranque ha sido la Feria de la Miel Corredor de la Plata celebrada a mediados de mes. Además se han recopilado recetas que utilizan la miel con la ayuda de bares y restaurantes de la comarca, constituyendo un mapa de establecimientos participantes que lucirán en su puerta la placa de Ruta de la Miel.

EE.UU.- NEONICOTINOIDES SISTÉMICOS, DATOS QUE ALARMAN A LOS APICULTORES

Apicultores de todo los Estados Unidos y de todo el mundo, han tenido problemas persistentes asociados con el uso del plaguicida sistémico imidacloprid. Desde los primeros usos del imidacloprid en Francia en 1994 sobre el girasol, los apicultores tuvieron problemas. Pronto a este problema se le dió un nombre en Francia: "enfermedad de la abeja enojada." Problemas denunciados por los apicultores, junto con los datos científicos independientes, llevaron al ministro francés de Agricultura a suspender la utilización de imidacloprid en los girasoles, en enero de 1999. En febrero de 2004, Francia prorrogó la suspensión y extendió la prohibición al maíz. Al mismo tiempo, seguir ampliando la prohibición de los insecticidas sistémicos para incluir el producto químico fipronil. En Europa, el debate continúa, datos importantes de los estudios de toxicidad que se producen muestran conclusiones que varían. Los fabricantes de productos químicos siguen manteniendo que el compuesto sistémico imidacloprid es seguro para su uso en torno a las abejas, los polinizadores nativos, aves, y no plantea un riesgo injustificado para el medio ambiente. Informes desde el terreno, sin embargo, están mostrando una historia diferente. El reciente aumento espectacular en el uso del imidacloprid, en las tierras de cultivo, pastizales, bosques, residencial y de recreo (campos de golf y parques), ha aumentado la exposición de los polinizadores a la contaminación de néctar y polen de flores. El Imidacloprid es sólo una de las seis formulaciones de productos en el marco más amplio de la clase "neonicotinoides sistémicos." Aunque en la actualidad sólo el imidaclopride está presente en los comentarios del público, seis de estos productos de esta clase son de gran preocupación para los apicultores. Se ha prestado mucha atención al tratamiento de semillas con el Gaucho, un nombre comercial para una formulación de imidacloprid. Los datos recientes de investigaciones de la Universidad del Estado de Pennsylvania en árboles de manzanas, aún no publicados y no reproducidos son muy preocupantes . Dos árboles de control, y dos tratados han sido utilizados en el experimento. Después de tres semanas no se detectó el imidacloprid. Sin embargo, en la próxima primavera, las muestras de polen extraída mostraron mas de 900 ppb de imidacloprid y 2 de sus principales degradants: 5 - hydroxe y olefinas. En Nectarios el número total fue de 1.450 ppb. Aunque es necesario realizar más investigaciones para corroborar este estudio y sacar conclusiones correctas, los datos iniciales plantean cuestiones acerca de cómo se almacena y transloca el im idaclopride en las plantas leñosas, como árboles frutales.

El MARM ha analizado con el sector los resultados de los últimos trabajos de investigación en apicultura

Se han expuesto los resultados de seis estudios centrados en la investigación sobre el síndrome de despoblamiento de colmenas en España ("síndrome de desabejado"), la sanidad apícola y los nuevos tratamientos contra enfermedades.

MARM- La Subdirectora General de Productos Ganaderos, Esperanza Orellana, ha inaugurado hoy la III Jornada de transferencia tecnológica sobre investigación en apicultura, organizada por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, a la que han asistido más de 80 representantes del sector, entre organizaciones representativas de los apicultores, representantes de las administraciones e investigadores en materia apícola.


Entre las conclusiones se ha constatado la necesidad de continuar con la línea de investigación aplicada en apicultura, ajustada a las prioridades temáticas que permitan dar respuesta a las necesidades reales de los productores.

En este sentido, se ha anunciado la publicación por parte del MARM, a lo largo de 2009, de una nueva convocatoria en el marco del Programa Nacional Apícola, para estudiar las cuestiones que más preocupan a los apicultores españoles, manteniéndose la prioridad de los trabajos dirigidos al estudio del síndrome de despoblamiento de las colmenas y de los orientados a la sanidad apícola (patologías emergentes y virus).

En la Jornada se han expuesto los resultados de los seis proyectos aprobados en el marco de la convocatoria de 2006, de carácter plurianual, que se han llevado a cabo en el trienio 2006-2008, por un importe de más de 1 millón de euros. Estos estudios se han centrado en las tres prioridades temáticas dentro del Programa Nacional de Medidas de Ayuda a la Apicultura: investigación sobre el síndrome de despoblamiento de colmenas en España ("síndrome de desabejado"), la sanidad apícola y los nuevos tratamientos contra enfermedades para reducir la posibilidad de residuos en la miel.

De los seis trabajos presentados, tres se han enmarcado en la línea correspondiente a la investigación sobre la muerte masiva, si bien todos ellos han incluido entre los parámetros a valorar distintos factores ambientales y climatológicos así como aquellos víricos y genéticos, que pueden afectar a la situación sanitaria y a la actividad de las colmenas, y cuyo estudio permite establecer pautas de manejo que contribuyan al fortalecimiento y mejor desarrollo de la actividad apícola.

Los equipos de investigación participantes, de distintas universidades españolas y centros de reconocido prestigio y experiencia en materia apícola, han puesto en común sus conclusiones que se pueden concretar en la identificación de varios elementos que pueden intervenir como causa del "desabejado".

Entre ellos se han destacado el debilitamiento de las colmenas por las adversidades climatológicas y factores nutricionales, los problemas sanitarios recurrentes por malos tratamientos o resistencias en los mismos, el incremento de la presión parasitaria de Varroa destructor (varroosis), el diagnóstico laboratorial de un nuevo microsporidio, parásito del aparato digestivo de las abejas, Nosema cerenae y los factores de manejo inadecuado por el apicultor.

Asimismo se han analizado otros factores que afectan a la sanidad y viabilidad de las colmenas, mediante la presentación de dos estudios que determinan y analizan la presencia de virus en colmenares españoles así como de otro proyecto que pone de manifiesto ciertos determinantes genéticos que pueden afectar al desarrollo de las poblaciones apícolas, en concreto en relación con la resistencia a Varroa destructor.

Por último en la mesa redonda celebrada al final de la Jornada, con la participación de representantes de las organizaciones de productores (Asaja, COAG, UPA), así como de la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias (CCAE), se ha debatido sobre los resultados de los proyectos presentados, junto con otras cuestiones de interés para el sector.

Próximamente estarán accesibles en la página web del MARM (en los epígrafes destinados a ganadería y, en concreto, al sector apícola) las presentaciones realizadas por los investigadores en la jornada.

La celebración de esta jornada ha supuesto un importante punto de encuentro entre el sector y los equipos de investigación que, en el marco del Programa Nacional Apícola, desarrollan estudios dirigidos a aquellos aspectos que más preocupan a la apicultura española.