domingo, 5 de abril de 2009
EE.UU.- NEONICOTINOIDES SISTÉMICOS, DATOS QUE ALARMAN A LOS APICULTORES
Apicultores de todo los Estados Unidos y de todo el mundo, han tenido problemas persistentes asociados con el uso del plaguicida sistémico imidacloprid. Desde los primeros usos del imidacloprid en Francia en 1994 sobre el girasol, los apicultores tuvieron problemas. Pronto a este problema se le dió un nombre en Francia: "enfermedad de la abeja enojada." Problemas denunciados por los apicultores, junto con los datos científicos independientes, llevaron al ministro francés de Agricultura a suspender la utilización de imidacloprid en los girasoles, en enero de 1999. En febrero de 2004, Francia prorrogó la suspensión y extendió la prohibición al maíz. Al mismo tiempo, seguir ampliando la prohibición de los insecticidas sistémicos para incluir el producto químico fipronil. En Europa, el debate continúa, datos importantes de los estudios de toxicidad que se producen muestran conclusiones que varían. Los fabricantes de productos químicos siguen manteniendo que el compuesto sistémico imidacloprid es seguro para su uso en torno a las abejas, los polinizadores nativos, aves, y no plantea un riesgo injustificado para el medio ambiente. Informes desde el terreno, sin embargo, están mostrando una historia diferente. El reciente aumento espectacular en el uso del imidacloprid, en las tierras de cultivo, pastizales, bosques, residencial y de recreo (campos de golf y parques), ha aumentado la exposición de los polinizadores a la contaminación de néctar y polen de flores. El Imidacloprid es sólo una de las seis formulaciones de productos en el marco más amplio de la clase "neonicotinoides sistémicos." Aunque en la actualidad sólo el imidaclopride está presente en los comentarios del público, seis de estos productos de esta clase son de gran preocupación para los apicultores. Se ha prestado mucha atención al tratamiento de semillas con el Gaucho, un nombre comercial para una formulación de imidacloprid. Los datos recientes de investigaciones de la Universidad del Estado de Pennsylvania en árboles de manzanas, aún no publicados y no reproducidos son muy preocupantes . Dos árboles de control, y dos tratados han sido utilizados en el experimento. Después de tres semanas no se detectó el imidacloprid. Sin embargo, en la próxima primavera, las muestras de polen extraída mostraron mas de 900 ppb de imidacloprid y 2 de sus principales degradants: 5 - hydroxe y olefinas. En Nectarios el número total fue de 1.450 ppb. Aunque es necesario realizar más investigaciones para corroborar este estudio y sacar conclusiones correctas, los datos iniciales plantean cuestiones acerca de cómo se almacena y transloca el im idaclopride en las plantas leñosas, como árboles frutales.