domingo, 5 de abril de 2009

Los apicultores creen que en cinco años sólo habrá colmenas de abeja autóctona

La asociación provincial inició hace tres años los trabajos de cría de este insecto, adaptado a la climatología gallega
GABINO PORTO - PORRIÑO La Asociación de Apicultores de la Provincia de Pontevedra confía en que en el plazo de cinco años pueda estar totalmente reintroducida en Galicia la “abella negra galega”, una raza autóctona que posee, entre sus ventajas, una perfecta aclimatación a la meteorología del país. Así lo manifestó ayer José María Seijo, apicultor y estudioso de esta variedad, y que hoy ofrece una charla, a las 17.00 horas, en el Centro Cultural de Porriño con motivo de la XXI Feria Apícola das Rías Baixas para abordar asuntos como la selección de la raza, las diferencias de comportamiento y el manejode las colmenas.
Seijo lleva tres años volcado en la recuperación de esta raza autóctona de abeja, “la más adaptada a la climatología de Galicia”, asegura.
En el mundo existen 20.000 especies de abejas, de las cuales un buen número producen miel. A pesar de que la mayoría de las abejas de la miel son híbridas –surgidas tras cruzamientos de varias razas–, varios países y comunidades trabajan en recuperar sus propias especies.
Los apicultores pontevedreses están seguros que con la abeja negra trabajando en la producción de la miel, la cantidad de enjambres sueltos sería menor y la producción mayor, además de que las abejas de esta especie son menos agresivas, apunta Seijo.
En el estudio para la recuperación trabajan, junto a la asociación de apicultores de Pontevedra, la Agrupación Apícola de Galicia y la Universidade de Vigo.
Los apicultores aseguran que la principal dificultad para conseguir la raza pura es que las abejas se aparean fuera de la colmena, sin que sea posible controlarlas. Las colmenas de Pontevedra se encuentran situadas a una distancia entre ellas de aproximadamente tres kilómetros, pero las abejas pueden recorrer hasta ocho para aparearse. “Es decir, una reina puede recorrer un radio de ocho kilómetros para emparejarse con un zángano y esto nos complica, porque desconocemos qué tipo de colmena puede existir en esa zona y si el apareamiento se realiza con otra especie sociable, híbrida o de otra raza”.
Legalización de colmenas
En la actualidad, la administración ha abierto la mano para que puedan legalizarse colmenas ubicadas en propiedades particulares cercanas a casas y pretenden que todos los apicultores, aunque utilicen la miel exclusivamente para consumo propio, se den de alta para realizar un censo adecuado de ubicación de colmenas y poder trabajar en zonas concretas.
La asociación está realizando un plan que consiste en el reparto de reinas para intentar, con el tiempo, obtener una genética de la abeja negra gallega.
En la feria apícola de hoy, la asociación anunció que repartirá 200 abejas reinas de la raza gallega a los apicultores asistentes para que practiquen con ellas y realicen pruebas de su introducción. Para José María Seijo, dentro de cinco años “el panorama podrá haber cambiado y las abejas autóctonas estar prácticamente reintegradas”.