sábado, 12 de mayo de 2007

Un «tornado» de 60.000 abejas picotea Sagunto

10-5-2007 02:52:39

E. VILLAREJO

VALENCIA. Como en una película pero sin el mortífero veneno ni las escenas de pánico de los hogareños, aunque con la comprensible congoja. Todo sucedió a las cuatro de la mañana de ayer, cuando un camión que transportaba 250.000 abejas volcó a su paso por un camino rural paralelo a la AP-7 a la altura del kilómetro 478, cercano a dos estaciones de servicio en el municipio valenciano de Sagunto. En ese momento se activó la alerta...

...Y como si fuera el filme «Killer bees!» («¡Abejas asesinas!»), donde un camión también vuelca provocando el pánico de los habitantes de un apacible pueblo rural estadounidense, una gran nube de abejas se hizo dueña de la carretera durante las siete horas que duró el dispositivo de emergencias.

«En cinco kilómetros suban las ventanillas, por favor», recomendaba la Dirección General de Tráfico a los conductores que transitaban por la autopista. Veinticinco de las cien cajas donde estaban siendo transportadas las abejas se rompieron, por lo que más de 60.000 abejas se vieron, de repente, despojadas de sus colmenas, de su golosa miel y a su libre albedrío.

La nube de abejas obligó al cierre de una de las dos áreas de servicio de la AP-7 (dirección Barcelona) «por el peligro que las abejas podían suponer para los conductores», según informaron fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos, que aportó tres vehículos para las labores de «extinción» de esta miniplaga.

Tras fumigar el área, con el objetivo de calmar a las extrañadas abejas, seis dotaciones del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y un helicóptero de la Benemérita se encargaron de controlar la zona y recoger la mayor cantidad de insectos posibles. «La labor ha sido ardua y después de seis horas todavía era poco recomendable transitar por la zona. Seguían picando las abejas a agentes de la Guardia Civil, trabajadores de la autopista y periodistas».

Al cabo de las siete horas, la estación de servicio pudo abrirse al tráfico. Unos momentos de película que gracias a su sesión madrugadora no provocaron mayores picores.