martes, 26 de julio de 2011

Las abejas también tienen pesadillas


Estos insectos se ven amenazados por la avispa asiática y un parásito que les daña el aparato digestivo
Las abejas y los productores de miel de Gipuzkoa se enfrentan desde hace tiempo a dos amenazas que podrían generarles importantes pérdidas si no llegan a controlarlas: la avispa asiática y el parásito Nosema ceranae.

La primera es un insecto que devora a las abejas melíferas cazándolas al vuelo cuando llegan cargadas de polen, y la segunda, un hongo que afecta mortalmente a su aparato digestivo. La asociación de apicultores de Gipuzkoa lleva meses combatiendo estas dos pesadillas.

No hay datos concretos que permitan cuantificar los daños que han generado estas dos amenazas hasta la fecha, pero el presidente de la entidad, Julian Urkiola, explica que desde hace seis años, los apicultores de Gipuzkoa pierden de media en torno al 40% de sus colmenas.

Cada año "suele ser diferente", pero Urkiola informa de que, por lo general, la mitad de las abejas mueren cada otoño, un fenómeno conocido como el Síndrome de despoblamiento de colmenas.

Ante este hecho, la asociación que aúna a 530 productores de miel en Gipuzkoa, decidió tomar cartas en el asunto y comenzó a elaborar un mapa con la ubicación de las avispas que atacan a sus abejas.

Cada vez que un productor o un ciudadano avista un nido de estos insectos, llama a la asociación o a la Diputación de Gipuzkoa para que éstos, acudan rápidamente para anotar con el GPS las coordenadas del lugar. Toda esa información se plasma después en un mapa que les permite marcar en rojo los puntos negros en los que proliferan las avispas asiáticas.

Según informa la asociación, hasta la fecha se han conseguido localizar una quincena de nidos de estas características en las comarcas de Oarsoaldea, Bidasoa y Donostialdea, pero es posible que la cifra aumente en los próximos meses.

En cualquier caso, la asociación pretende finalizar el mapa para la semana que viene, con el objeto de ir trazando una radiografía de la situación. Aun así, a medida que se encuentren más nidos, su ubicación será añadida al mapa para advertir a los productores.

Avispas llegadas de China

Hasta la fecha no hay ataques

La llegada de estas avispas el pasado invierno a Gipuzkoa generó mucho miedo entre los productores de miel, pero la asociación de apicultores informa de que, afortunadamente, hasta la fecha no se han registrado ataques a humanos ni a enjambres. A pesar de ello, todas las precauciones son pocas ante estas asesinas de abejas que llevan seis años diezmando y devorando las colonias de abejas de Francia, también en Aquitania e Iparralde.

Según indica el veterinario de la asociación, Egoitz Galartza, este invertebrado recaló hace seis años en el país galo en un contenedor de madera procedente de la provincia china de Yunnan. Las temidas avispas se expandieron rápidamente por 32 departamentos del país, hasta que el pasado invierno cruzaron la muga sembrando terror entre los productores de miel del territorio.

No en vano, a diferencia de sus colegas franceses, los apicultores de Gipuzkoa conocían los destrozos que pueden causar estas avispas en las colmenas. Y por ello, contactaron con ellos para saber cómo las combatían. "Hemos tenido tres o cuatro reuniones con ellos y nos han enseñado las trampas que utilizan para atrapar las avispas", apunta Urkiola.

Como reconoce el apicultor, las técnicas no son muy avanzadas, pero sirven para cazar a las asesinas de abejas. Para ello, se introduce cerveza con azúcar o sirope dentro de botellas de plástico, para que las avispas, atraídas por el líquido, entren en la botella y se queden atrapadas sin poder salir.

Sin embargo, estos mecanismos presentan un problema, ya que el dulce no solo atrae a las avispas, sino a todo tipo de insectos. De ahí que la asociación haya pedido ayuda a la Diputación, a los centros tecnológicos y la universidad para que investiguen cepos más selectivos.

Segunda gran amenaza

Parásito 'Nosema ceranae'

El segundo gran problema al que se enfrentan los apicultores del territorio se llama Nosema ceranae, un parásito también procedente de Asia, que daña mortalmente el aparato digestivo de las abejas. Al parecer, produce una enfermedad crónica que en dos años sentencia a muerte a estos invertebrados.

El contagio se produce en los puntos en los que beben, recolectan el néctar o en los lugares en los que existen restos de heces. El parásito primero alcanza el aparato digestivo, por lo que las abejas dejan de comer y se debilitan hasta morir.

El problema de este parásito no es exclusivo de Gipuzkoa ni de Euskadi, sino que afecta a todo el Estado. Según datos del Centro Apícola regional de Marchamalo (Guadalajara), solo en España, el síndrome de este hongo afectó al 50% de las colmenas, despoblándolas hasta la mitad.

Urkiola conoce de primera mano el problema, pero cree que las muertes de las abejas melíferas no solo se deben al hongo Nosema ceranae, sino que existen "múltiples elementos que les afectan negativamente". El citado parásito sería "uno más" de los factores perjudiciales, pero el presidente de esta asociación está convencido de que la utilización de productos transgénicos y el cambio climático también dañan las colmenas.

Según dice, las flores producen cada vez menos polen y las abejas se encuentran con dificultades para alimentarse a base de estos granos.

Aunque todavía estén por concretar las causas de estas misteriosas muertes, el hecho es que hace seis años las colmenas de los productores de Gipuzkoa se reducen año tras año, y los apicultores se ven obligados a repoblar sus enjambres, con los gastos económicos que ello supone.

A partir de ahora confían en que el mapa para localizar las avispas les permita mejorar la situación. Y es que, desde la semana que viene podrán saber dónde se ubican los nidos de estos invertebrados que se han convertido ya en su pesadilla más temida.