sábado, 12 de mayo de 2012

Cien apicultores sientan las bases de un colmenar experimental didáctico

La sede la Cámara de Comercio en Ponferrada acogió ayer una multitudinaria reunión de apicultores bercianos. Un encuentro en el que más de un centenar de productores analizaron la legislación vigente con la que hay que cumplir para montar o legalizar un colmenar y la problemática actual del sector, fundamentada en enfermedades como la loque americana o la barroa, que están propiciando la despoblación de las colmenas. Pero además de esto, los asistentes se adentraron también en un proyecto de nueva creación, promovido por la Asociación Leonesa de Apicultores y que tiene el Bierzo como escenario. Se trata de la instalación del primer colmenar experimental de Castilla y León. Un conjunto de entre doce y quince colmenas, con entre 60.000 y 80.000 abejas cada una, que servirían para profundizar en el desarrollo y tratamiento de las enfermedades, conseguir una abeja reina más resistente y, sobre todo, formar a nuevos apicultores en una apuesta clara por el sector como vector de desarrollo económico. En ello trabaja ya el colectivo de apicultores con sede en León. La idea es comenzar cuanto antes, pero primero es preciso conseguir la licencia ambiental necesaria para hacerlo. También hay disponer del dinero suficiente. Un desembolso que no cuenta con la ayuda financiera de ninguna administración, según explicó el secretario de la Asociación Leonesa de Apicultores, Ángel Juárez. No obstante, la inversión no es para nada desproporcionada. Se habla de entre 60 y 70 euros por colmenar, incluyendo ya el material y el ganado. En la formación de nuevos apicultores está la clave para la supervivencia del sector. En este marco adquiere especial relevancia un colmenar experimental que serviría de aula apícola para formar a jóvenes interesados en el sector. Y es que aunque el número de productores de miel se mantiene, la media de edad es muy elevado y las bajas se suplen con altas de personas ya mayores. Es importante, por tanto, realizar un traspaso generacional que en el caso de Galicia está funcionando muy bien, según detalló Juárez. «El colmenar serviría para facilitar la labor de los apicultores en un momento determinado. Por ejemplo, la de los que necesitan aprender porque no saben nada sobre el manejo de una colmena y necesitan que alguien les encamine», apuntó el secretario del colectivo que impulsa el proyecto. En su cabeza está ya la implantación de cursos de iniciación a la apicultura como alternativa en tiempos de crisis. Rentabilidad Y es que el sector apícola es un sector rentable. Al menos lo ha sido hasta ahora, tal y como matizó Ángel Juárez. «En la coyuntura actual es rentable ser apicultor. El precio al mayorista de la miel de bosque, o sea la miel oscura con alta conductividad, está establecido entre 2,80 o 2,95 euros por kilo. Eso más IVA», explicó, adelantando no obstante una posible caída de los precios como consecuencia de la aparición de polen transgénico en la miel en Alemania. Marca de calidad El secretario de la Asociación Leonesa de Apicultores puso sobre aviso también de lo difícil que será conseguir una marca de calidad para la miel del Bierzo. Primero, por el gran desembolso económico que conlleva sin ninguna ayuda pública y, segundo, porque es la Junta de Castilla y León quien tiene que darle el visto bueno y ésta —según Juárez— es más partidaria de las marcas de garantía a nivel de la comunidad. «No está por la labor de enmarcar una miel concreta», aseguró. De hecho, en Burgos esperan desde hace años su IGP.