sábado, 13 de octubre de 2012

Chip-Abejas

noticia

La Asociación de Apicultores Salmantinos ha impulsado una investigación pionera en España para analizar la causa de la mortandad de las abejas, que en los últimos años está mermando de forma alarmante su productividad, y consiste en la implantación de un microchip en el tórax de las abejas que aportará información de interés sobre su etapa vital.
Según explicaron a Ical los biólogos que participan en el proyecto, Francisco José Orantes, del laboratorio Apinevada y Antonio Gómez Pajuelo, consultor apícola independiente, esta investigación se inició ya el pasado año, cuando se colocaron por primera vez estos dispositivo en las abejas, y hoy se retoma con el fin de poder realizar estadísticas con el mayor número de datos posibles.
En concreto, se implantarán 200 microchips en abejas recién nacidas que volverán a introducirse en sus colmenas. Allí, añadieron, se ha instalado un lector que analiza cuando entra y sale cada abeja y en el que se registrará si alguna ya no vuelve, porque ha muerto, es decir, cada insecto “ficha” en su colmena. En ese momento, se investigarán las causas de la muerte, tales como factores ambientales o de alimentación y se comenzarán a hacer los estudios científicos.
Hasta ahora, indicó Gómez Pajuelo, los datos indican que los factores que causan la muerte en las abejas son diversos y dependen de la zona, por lo que se espera evaluar colmenas situadas en diferentes puntos de la provincia. Sin embargo, detalló que se ha demostrado que el entorno influye mucho en su esperanza de vida y ésta se ve afectada si la colmena se sitúa en un entorno agrícola donde se expone a los plagicidas. También es determinante su nutrición y si hay sequía, porque merman sus posibilidades de alimentación. La contaminación, añadió, también puede haber contribuido a incrementar el problema de la despoblación de las colmenas, aunque hay que continuar trabajando para comprobarlo científicamente porque recordó que “un caso solo es válido en la medicina para humanos”.
El chip se coloca uno por uno, primero adormeciendo al insecto y después pegándolo en su cuerpo. Este proyecto, incidió Orantes, complementa a otros estudios que analizan la alimentación y las enfermedades de las abejas en cuarenta colmenas.
Esta investigación, explicó el secretario de la asociación, Adolofo Isidro, la iniciaron de forma independiente cerca de una veintena de apicultores, que no querían quedarse de brazos cruzados mientras veían como disminuía su producción. Poco a poco, relató, se han ido implicando más profesionales y hoy en día llevan a cabo este proyecto que es pionero y que puede dar información de gran valor, con la que salvar la apicultura de la provincia.
Por su parte, el presidente provincial de Asaja en Salamanca, Luis Ángel Cabezas, destacó que este tipo de acciones son muy importantes para ayudar al sector a analizar las causas de un problema que se ha ido agravando desde el año 2004. Además, opinó que con estos trabajos se pone de manifiesto el interés de los apicultores por la investigación y la innovación para mejorar sus explotaciones y sus productos.