AUMENTA LA CANTIDAD DE APICULTORES Y COLMENAS EN OURENSE, GALICIA
Ourense duplicó el número de colmenas en apenas tres años
El largo invierno y el caluroso verano merman la cosecha de miel
Ourense tiene las mejores condiciones de Galicia, según
los expertos, para la apicultura. Flora variada, grandes montes, valles
y montañas a poca distancia, no demasiada agricultura extensiva...
Todos los factores a favor para que tener colmenas sea un negocio
rentable, que además supone una inversión pequeña (de unos 100 euros por
colmena). Así lo han visto muchos jóvenes (y no tanto), que han hecho
de la miel una forma de sustento, provocando que en los últimos tres
años prácticamente se haya duplicado el número de colmenas. A fecha de
enero de este año -los registros de la Xunta son anuales- en la
provincia hay 42.653 colmenas (sobre las 109.744 que hay en Galicia).
Hace tres años eran 28.847, y en 2010, apenas 21.190. De gestionarlas se
encargan 867 apicultores.
Un sesenta por ciento menos
Todos ellos están estos días enfrascados en la
recogida de la cosecha. Es una cosecha que no será tan abundante como la
del año pasado. La previsión es recoger hasta un 60 % menos respecto a
los 1.500.000 kilos que marcó la campaña de 2012. La razón, explican
desde la Asociación Galega de Apicultura (AGA), está en las inclemencias
meteorológicas. El invierno se prolongó demasiado, metiéndose
prácticamente en el verano, que llegó de manera explosiva; la floración
fue muy corta, lo que provocó que no hubiese néctar; al mismo tiempo que
el verano ha traído unas temperaturas muy altas. Lo ideal para el
trabajo de las abejas es un clima de entre 15 y 27 grados, pero tanto
julio como agosto tuvieron muchos días en los que el mercurio marcaba
más.
La dependencia de factores externos (los arriba
detallados y otros como los incendios) son esgrimidos desde AGA para
recomendar esta actividad como complementaria, nunca como única fuente
de ingresos. Además, remarcan desde la entidad que «non é
viable ser profesional de hoxe para mañá. Hai que aprender o oficio, e
ata o terceiro ano non hai rendibilidade económica». Apuntan, además, hacia un crecimiento poco a poco. «Non é posible comprar 500 colmeas, porque é fácil que en tres anos non teñas ningunha; mellor empezar con tres
e ir medrando», añaden. Además, es preciso elegir bien los sitios dónde
ubicarlas, ya que aunque el monte es un lugar idóneo para lograr el
miel negro de roble y castaño típico de Ourense, está el peligro de los
incendios.
De la producción que se tendrá este año, el 30 %
se vende a granel para grandes envasadoras -la mayoría fuera incluso de
España- un 40 % se va a venta directa, de apicultor a cliente, en este
caso amparados por la etiqueta de producto de producción primaria, y el
30 % restante se vende bajo el sello de Indicación Xeográfica Protexida Mel de Galicia.
En este caso son 97 los apicultores registrados;
el dato es de 2012 y esta es una cifra que ha ido cayendo en los últimos
cinco años, que poseen 10.346 colmenas. Hay solo siete envasadores, ya
que la mayoría de los productores ourensanos vende su producción a
cooperativas de otras