LA APICULTURA EN CASTILLA Y LEON AFECTADA POR EL CLIMA
Los apicultores palentinos afrontan una campaña con menos producción de miel
El mal tiempo en primavera y la competencia china han dificultado la recolección en las colmenas
No es buen tiempo para ser apicultor. Aunque bien mirado,
con la situación económica que padecen casi la totalidad de los
españoles, no es tiempo de casi nada. La crisis está eliminando puestos
de trabajo con la misma facilidad que una goma escolar borra líneas
dibujadas con un lapicero, por lo que casi ningún trabajador puede
mostrarse muy contento. Si a esto se suman otros problemas, como en el
mundo de las abejas, la situación puede ser bastante peor.
Y es que resulta que el clima en este año no ha acompañado.
A una temporada bastante seca, se le ha unido un invierno duro y largo,
ya que la primavera prácticamente no ha existido. Se ha pasado del frío
de enero y febrero, a las altas temperaturas de los meses centrales del
año. Y esto no viene bien para las abejas. «El campo está muy
retrasado. Lleva 25 o 30 días de demora.
Este año no han coincidido bien la época de floración del
campo con las abejas. Falta enjambración. El suceso es comparable al que
ocurre con las uvas cuando aún las falta tiempo o cuando los tomates
están verdes y no se pueden recoger, indica Francisco Salvador,
apicultor y presidente en la provincia de Palencia del sindicato agrario
Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL). Idéntico comentario hace
Pedro García Plaza, otro apicultor palentino. «Este año viene todo
tarde. He tenido que retrasar la primera cosecha de miel y la segunda
también», afirma. Asimismo, señala que las colmenas han tenido una
elevada tasa de mortalidad este invierno. «Otro factor que ha hecho
reducir la cosecha. Cuento con un numero menor de colmenas», declara
Pedro García Plaza. Esto repercute claramente en el apicultor, ya que
cuenta con menos abejas para elaborar su miel.
Además, desde hace años, el sector apicultor tiene la
competencia de la miel que proviene de China. «Eso lleva pasando ya
desde hace tiempo. Los chinos están dentro del mercado de las mieles
desde hace mucho tiempo. Fue la primera cosa que introdujeron los chinos
en los mercados europeos», señala. Afirma que las mieles que vienen
desde el gigante asiático son de peor calidad que el producto español.
«La miel importada desde China no pasa por los mismos controles de
seguridad que las nuestras», declara Francisco Salvador, que, pese a
ello, afirma que el género oriental son las que se encuentran «en el 80 %
de las estanterías de las grandes cadenas comerciales que hay en
España». La razón es muy simple: el precio de las mieles chinas es más
barato que el de las españolas. «Aunque luego el bolsillo del consumidor
no lo nota mucho», agrega el presidente palentino de UCCL. La
competencia china impide a muchos de los apicultores introducirse en las
grandes superficies. «Es difícil entrar. No se puede competir con
ellos», manifiesta Pedro García Plaza.