miércoles, 11 de septiembre de 2013

LA APICULTURA EN CASTILLA Y LEON AFECTADA POR EL CLIMA 

 

Los apicultores palentinos afrontan una campaña con menos producción de miel

El mal tiempo en primavera y la competencia china han dificultado la recolección en las colmenas

No es buen tiempo para ser apicultor. Aunque bien mirado, con la situación económica que padecen casi la totalidad de los españoles, no es tiempo de casi nada. La crisis está eliminando puestos de trabajo con la misma facilidad que una goma escolar borra líneas dibujadas con un lapicero, por lo que casi ningún trabajador puede mostrarse muy contento. Si a esto se suman otros problemas, como en el mundo de las abejas, la situación puede ser bastante peor.
Y es que resulta que el clima en este año no ha acompañado. A una temporada bastante seca, se le ha unido un invierno duro y largo, ya que la primavera prácticamente no ha existido. Se ha pasado del frío de enero y febrero, a las altas temperaturas de los meses centrales del año. Y esto no viene bien para las abejas. «El campo está muy retrasado. Lleva 25 o 30 días de demora.
Este año no han coincidido bien la época de floración del campo con las abejas. Falta enjambración. El suceso es comparable al que ocurre con las uvas cuando aún las falta tiempo o cuando los tomates están verdes y no se pueden recoger, indica Francisco Salvador, apicultor y presidente en la provincia de Palencia del sindicato agrario Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL). Idéntico comentario hace Pedro García Plaza, otro apicultor palentino. «Este año viene todo tarde. He tenido que retrasar la primera cosecha de miel y la segunda también», afirma. Asimismo, señala que las colmenas han tenido una elevada tasa de mortalidad este invierno. «Otro factor que ha hecho reducir la cosecha. Cuento con un numero menor de colmenas», declara Pedro García Plaza. Esto repercute claramente en el apicultor, ya que cuenta con menos abejas para elaborar su miel.
Además, desde hace años, el sector apicultor tiene la competencia de la miel que proviene de China. «Eso lleva pasando ya desde hace tiempo. Los chinos están dentro del mercado de las mieles desde hace mucho tiempo. Fue la primera cosa que introdujeron los chinos en los mercados europeos», señala. Afirma que las mieles que vienen desde el gigante asiático son de peor calidad que el producto español. «La miel importada desde China no pasa por los mismos controles de seguridad que las nuestras», declara Francisco Salvador, que, pese a ello, afirma que el género oriental son las que se encuentran «en el 80 % de las estanterías de las grandes cadenas comerciales que hay en España». La razón es muy simple: el precio de las mieles chinas es más barato que el de las españolas. «Aunque luego el bolsillo del consumidor no lo nota mucho», agrega el presidente palentino de UCCL. La competencia china impide a muchos de los apicultores introducirse en las grandes superficies. «Es difícil entrar. No se puede competir con ellos», manifiesta Pedro García Plaza.