Criar insectos, un negocio al alza muy rentable al servicio de la agricultura sostenible
Las primeras empresas españolas apuesta por la polinizacion y piensan en la alimentación de ganado
Los insectos, manjares para los paladares
humanos en muchos países de Asia y Centroamérica, se crían cada vez más
en España, pero con propósitos muy distintos: polinizar plantas en
invernaderos y frutales, controlar plagas o servir de fuente de proteína
en la comida de mascotas.
El Parlamento Europeo (PE) tiene en su agenda este otoño la mejora de
los controles de calidad de los alimentos y legislar sobre algunos
nuevos como las algas, hongos o insectos para consumo humano.
En este último caso, el gerente de Agrobío, José Antonio Santorromán,
cree que la producción de insectos como fuente de alimentación humana es
una línea de negocio que no se plantea hasta la fecha en España, según
apunta a Efeagro.
La puesta en
marcha de esta empresa almeriense comenzó con el suministro de
colmenas de cartón con un centenar de abejas o abejorros para la
biopolinización de plantas de invernadero y de frutales al aire libre;
esta actividad ocupa ahora un segundo lugar tras la producción de
insectos para el control biológico de plagas.
Alquiler de colmensas para la polinización en los invernaderos de Almería
Agrobío vende insectos en 30 países y última su entrada en nuevos
mercados; la exportación representa ya el 40% de su facturación total,
que este año crecerá cerca de un 15% respecto a los casi 15 millones
registrados en 2014.
El responsable de Frutas y Hortalizas de la organización agraria
COAG, Andrés Góngora, confirma que la utilización de colmenas de abejas
y abejorros, bien alquiladas o de un solo uso, es una práctica
habitual entre los productores para polinizar en la zona de
invernaderos de Almería.
Para el tomate se utiliza el abejorro y para la sandía y el
melón, la abeja; "con tres colmenas en buen estado se poliniza una
hectárea de sandía en 15 días", detalla Góngora, quien advierte de que
su alquiler -unos 50 euros por unidad- nunca se haga a un apicultor
desconocido, "porque alquilar material robado es un delito".
La producción controlada de insectos es también la actividad
principal de Bioflytech, una empresa de base tecnológica de la
Universidad de Alicante que, según una de sus fundadoras la doctora en
Biología Berta Pastor no ve por ahora viable que el negocio se destine a
la alimentación humana. "En Holanda sí hay empresas, pero por lo
general en el mundo occidental hay recelo a comer insectos", asegura
Pastor.
Harina de insecto para dar aporte proteico y de ácidos grasos a piensos
Bioflytech produce en laboratorio un díptero de la familia de los
círcidos que se usa como alternativa a abejas y abejorros en la
polinización, así como la mosca soldado negra, que se transforma en
harina de insecto para dar aporte proteico y de ácidos grasos a piensos
compuestos para mascotas.
Sus clientes son agricultores de invernaderos, productores de
semillas, investigadores y fabricantes de piensos para mascotas, pero
no para los alimentación ganadera de abasto, ya que la legislación
comunitaria no incluye a los insectos entre los ingredientes a utilizar
en ese ámbito.
Pastor confía en que, a medio plazo, Bruselas legisle a favor de
incluir los insectos como fuente de proteínas y ácidos grasos de los
piensos compuestos para las explotaciones ganaderas y acuícolas, ya que
así Bioflytech podría "enfocar más su saber hacer al mercado".
El próximo reto es convencer a Europa de su uso para el pienso de ganado
Ahora, ha abierto una nueva línea de asesoramiento para que fabricantes
de piensos puedan comenzar la producción regular de mosca soldado
negra en sus instalaciones, señala a Efeagro.
Desde la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos
Compuestos para Animales (Cesfac), su directora técnica, Ana Hurtado,
confirma que la Comisión Europea estudia ahora qué alternativas hay a
la proteína vegetal -que principalmente es soja importada de Argentina-
en la producción de pienso.
El levantamiento del veto a las harinas de carne para la
alimentación de aves y cerdos está, a su juicio, más cerca que la
inclusión de proteínas de insectos en el catálogo europeo de materias
primas para alimentación de ganado de abasto.
"La incorporación de harina de insectos es una idea buena, pero
va para largo porque genera un debate complicado en torno al análisis
de tipologías de animales a utilizar o las circunstancias de
producción", resalta a Efeagro.