jueves, 2 de junio de 2016

La importación de miel crece un 25% en un año y ya es una seria amenaza para el sector

 

Las cooperativas piden al Magrama que tome medidas contra una entrada de miel que ha crecido un 40% desde 2013
| Actualizado 23.05.2016 - 01:00
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Uno de los expositores de Expomiel, la feria de muestras que se celebra en Córdoba.
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LAS cooperativas apícolas integradas en Cooperativas Agro-alimentarias han trasladado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) su preocupación ante "la grave situación por la que está atravesando el sector en estos momentos fundamentalmente por el descontrol que se está produciendo en la importación de mieles ".

Según los datos oficiales de Comercio Exterior, las importaciones de miel en el año 2015 se incrementaron un 25% con respecto a 2014 (desde las 24.500 toneladas a las 30.600) y casi un 40% con respecto al año 2013 (22.100 toneladas). China continúa siendo el principal origen de nuestras importaciones, con una cuota próxima al 60%, y el volumen de miel importada continúa creciendo, un 16% en el último año.

Fuera del entorno de la Unión Europea, México ha experimentado un fuerte crecimiento (288,3% y 883,2% con respecto a 2014 y 2013) que le ha situado como segundo país de origen de nuestras importaciones, y en tercer lugar Ucrania con un crecimiento del 82,8% y 288,3% en comparación a 2014 y 2013. En el entorno comunitario también se observan fuertes incrementos de las importaciones de otros países, como Polonia, que se ha posicionado como el segundo país de origen de nuestras importaciones, con un crecimiento del 38,7% y del 206,7% en relación 2014 y 2013. Este escenario de crecimiento contrasta con lo que se está viviendo en el mercado interior, que se encuentra paralizado. La segunda mitad de 2015 y el ya avanzado primer semestre de 2016 se ha caracterizado por una falta de movimiento comercial, lo que ha provocado que se acumule en los almacenes una importante cantidad de miel de la campaña anterior.

Esta situación de partida hace suponer que, de no tomar medidas, la campaña que ahora comienza será muy complicada. A los problemas sanitarios a los que se están enfrentando los apicultores, que conllevan un aumento de la mortalidad de las abejas, habría que sumarle los problemas comerciales que parecen avecinarse.

"La falta de transparencia del etiquetado de la miel, que Cooperativas Agro-alimentarias de España ha denunciado en repetidas ocasiones, está perjudicando gravemente al sector", destacan fuentes del colectivo de productores. "La actual normativa favorece que muchas empresas apuesten por mieles de bajo precio, de menor calidad y que no cumplen el modelo europeo de producción, poniendo en el mercado mieles etiquetadas como mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE donde el porcentaje de miel europea y española es poco significativo", insisten las mismas fuentes.

Cooperativas Agro-alimentarias incide en que esta normativa impide que los consumidores puedan realizar una elección correctamente informada y apoyar con su compra la supervivencia de la apicultura española y de los beneficios sociales y medioambientales que conlleva. "A tenor de todo esto, Cooperativas Agro-alimentarias ha solicitado al Ministerio de Agricultura crear una mesa de diálogo para poder debatir sobre las medidas a desarrollar para solventar esta situación", informan.

La actividad apícola se ramifica por toda la provincia ya que hay explotaciones en 44 de los 75 municipios de Córdoba, siendo las comarcas del Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos, las del Parque de Cardeña-Montoro, las Sierras Subbéticas y Los Pedroches las que cuentan con mayor número de asentamientos de las colmenas. Destaca el municipio de Hornachuelos, con 120 explotaciones y con el 60% del censo apícola de la provincia.


La apicultura es una actividad que mueve en la provincia de alrededor de 1,2 millones de euros y de la que viven unas 250 familias. Córdoba además cuenta con más de 43.000 colmenas que producen al año unas 675 toneladas de miel. La última campaña fue tachada por los apicultores cordobeses como "ruinosa", ya que la recogida de miel se situó en torno a un 40% de lo alcanzado en un año normal, que son unos 30 kilos por cada colmena.