Avispas asiáticas se zampan 400 kilos de arándanos en Cayón
Según sus datos, en pocos días, el voraz insecto ha dañado una producción de 400 kilos de la ‘chandler’, la variedad más dulce que tienen y se está comiendo ya otra especie a punto de recolección.
Técnicos de la Dirección General del Medio Natural aseguraban ayer a éste periódico que, hasta el momento, no se había registrado un episodio similar en la región que ellos conozcan, y que el operativo ha eliminado ya 189 nidos en 2016.
«Habremos perdido ya unos 400 kilos por su acción, que en una producción estimada de 2.000 kilos que teníamos es bastante y lo pero es que a partir de ahora las colmenas son cada vez mas numerosas y los adultos se alimentan de azúcar con lo que van a seguir viniendo», explicaba ayer con mucha preocupación Iratxe Zubiría, quien junto a su marido, Agustín García, regenta esta granja ecológica en Totero.
Ambos apostaron hace tres años por esta alternativa de vida, en un tipo de producción en expansión, con muchas expectativas en el mercado aunque a medio y largo plazo, ya que la planta no alcanza su máxima producción hasta los siete años.
La pareja lamentaba, ayer, que ya hace un año encontraron un nido «enorme», a 500 metros de la finca, «pero a pesar de que llamamos en repetidas ocasiones al teléfono indicado no se retiró», afirman. Esto fue en 2015, pero según añaden, en 2014, también dieron aviso y se les explicó que si no sabían donde estaban los nidos «no se podía actuar».
Así que han sido ellos mismos quienes han retirado varios «nidos primarios» en su finca y del balcón de una vecina, aunque estiman que hay muchos más en los alrededores boscosos a juzgar por «los centenares de avispas que se han concentrado algunos días en la finca», describen. Como ejemplo del masivo ataque de este insectívoro, explican que al poner trampas con mermelada de arándanos de cebo han logrado capturar en poco tiempo «más de un centenar» de ellas.
A la par, también relatan que el año pasado otro vecino perdió cinco colmenas que devoró la velutina y que, este año, otro vecino ha trasladado su panal a Reinosa al constatar de nuevo la presencia de la especie en esta zona, rodeada de monte, lo que hace complicado localizar los nidos y desactivarlos, por lo que reclaman ayuda.
Desde Medio Natural afirmaron ayer desconocer este caso y se mostraba sorpresa, ya que no se tiene constancia de algo similar, porque podría suponer una alta densidad de avispas. Otros productores tampoco han registrado ataques similares.