ALMERÍA.- Las conclusiones de la Asamblea Anual Apícola de COAG Almería, que reunión el pasado sábado en Tabernas a un centenar de productores de toda la provincia, dibujan la radiografía de un sector que lleva varios años en crisis y que cada nueva campaña empeora los resultados de la anterior. En este sentido, la producción de miel durante 2006 ha caído a la mitad con respecto al año anterior, lo que ha propiciado la venta de toda la cosecha aunque a un precio muy por debajo de los costes de producción reales.
Durante la pasada campaña, la producción media por colmena ha sido únicamente de 10 kilogramos por colmena debido, principalmente, a los efectos de la sequía en las comarcas del interior de la provincia. Asimismo, la producción de cera se ha reducido al 25%, con sólo 250 gramos por colmena.
Ante el panorama de profunda crisis que vive el sector, los apicultores congregados en el restaurante Las Eras de Tabernas mostraron su preocupación este fin de semana ante la incertidumbre sobre la renovación de las Ayudas Agroambientales, vitales ahora más que nunca para asegurar la continuidad del sector en los próximos años. El periodo de vigencia del Programa 2002-2006 expiró a finales de año y ahora está pendiente que desde la Junta de Andalucía se vuelvan a incluir estas subvenciones en el marco del nuevo Plan de Desarrollo Rural 2007-2013. Si estas ayudas desapareciesen, muchos apicultores de la provincia se verían abocados a abandonar la actividad profesional. Por esta razón, COAG ha mantenido últimamente diversos contactos con la Consejería de Agricultura en los que ésta se ha comprometido a que estén en marcha ya el próximo verano. De no ser así, la organización agraria no tendrá más remedio que llevar sus protestas a la calle.
Al descenso en la producción se une la caída continua de los precios en origen provocada por el incremento de las importaciones de mieles procedentes de terceros países. A juicio de COAG, la única alternativa ante los problemas de comercialización del sector es cambiar el enfoque y reorientar la venta de la cosecha a los mercados próximos y locales al productor apostando por la calidad y la venta directa a los consumidores. “Si acortamos la distancia con el comprador reduciremos los costes de producción y conseguiremos retener parte del valor añadido generado por nuestras producciones”, asevera el responsable provincial de Apicultura de COAG, Antonio García Mateo.
Durante la asamblea se recordó también a los apicultores almerienses la fecha límite establecida en el R.D. 209/2002 para el marcaje indeleble de las colmenas –algo así como la “matrícula” de cada explotación–, el próximo 14 de marzo.
En Almería hay censadas, según los últimos datos facilitados por la Delegación de Agricultura, aproximadamente 900 explotaciones apícolas (130.000 colmenas), de las que 292 están gestionadas por apicultores profesionales. COAG Almería cuenta con más de 200 apicultores afiliados, que son propietarios de un total de 60.000 colmenas (casi el 50% del total provincial). Estas explotaciones se encuentran localizadas, fundamentalmente, en las comarcas del interior de la provincia. En los últimos años, la apicultura se ha convertido en uno de los pilares de la economía rural almeriense, manteniendo a cientos de familias en sus pueblos de origen y aportando un complemento de renta ideal para muchos agricultores.