Una empresa apícola radicada en Cuevas exporta toneladas del miel a Centroeuropa y construye nuevas instalaciones para duplicar su producción
La globalización también puede ser un arma para los pequeños. Gracias a internet, la empresa allerana Artesanos de Cuevas se ha convertido en el principal exportador de miel asturiana a Alemania y Holanda. Cada año envían 40 toneladas del dulce néctar elaborado por las abejas a sus distribuidores centroeuropeos. Además esta firma regentada por María Luisa Fernández Alonso también elabora miel ecológica. Y tiene en marcha una ampliación de instalaciones para duplicar su producción.
Mario Pérez, en Cuevas, con una muestra de las distintas mieles que fabrica la empresa de su mujer y el preceptivo cartel de aviso de colmena.
miki lópez
Cuevas, E. LAGAR
Aller es una pequeña potencia apícola. Desde el concejo allerano una empresa envía 40 toneladas anuales de miel para comercializar en Alemania y Holanda. La empresa Artesanos de Cuevas, que regenta María Luisa Fernández Alonso, se ha convertido en la principal productora de miel del concejo y está a la cabeza de la región tanto en producción como en exportación del dulce manjar elaborado por las abejas de la manera más natural.
Ahora esta empresa agroalimentaria allerana está ampliando sus instalaciones en el pueblo de Cuevas, a los pies del puerto de San Isidro, donde construyen una nueva planta envasadora de 600 metros cuadrados. Su intención es duplicar la producción. Aseguran que mercado hay para la miel asturiana, sobre todo en Centroeuropa. Y hacia allí piensan orientar su producción.
La aventura empresarial que encabeza María Luisa Fernández comenzó hace veinte años como una afición compartida con su marido, Mario Pérez. Hoy tiene un millar de colmenas y está pensando en poner otro millar en producción en cuanto disponga de las nuevas instalaciones. Su negocio, que resulta ejemplar en la exploración de un recurso local, tiene dos claves fundamentales: alta calidad del producto, conseguida gracias a la trashumancia de las colmenas, y la comercialización de la miel fuera de España. La exportación, también para los apicultores asturianos, es uno de los grandes caminos de futuro.
«Nosotros vamos trashumando con las colmenas a distintos lugares de Asturias, desde el interior a la costa, aprovechando distintas floraciones, para conseguir mieles monoflorales de eucalipto, castaño y brezo, que son las realmente apreciadas por los consumidores de miel», explica Mario Pérez. «Y eso lo conseguimos gracias a las características de Asturias, pues la biodiversidad que tenemos aquí nos permite, en desplazamientos de 150 kilómetros, conseguir esa diferencia en las variedades. Para hacer lo mismo que nosotros, los apicultores de Huelva tienen que subir hasta León», destaca este experto apicultor.
El salto a la exportación llegó vía internet. A través de un conocido directorio electrónico de empresas conectaron con mayoristas interesados en comprar su miel y desde entonces mantienen una relación comercial estable con clientes alemanes y holandeses que aún no conocen en persona. «Pagan puntualmente y exigen calidad. Además de nuestros análisis ellos hacen los suyos propios con muestras de 10 gramos que les enviamos», añade Mario Pérez.
Estos apicultores alleranos tienen en mente, cuando entre en funcionamiento la nueva planta envasadora de miel, la diversificación de su producción con la elaboración de polen -cuya cotización se ha disparado por su utilización en productos cosméticos- y la llamada miel crema, que consiste en la transformación, exclusivamente por medios mecánicos de la miel cristalizada en un producto con la textura de la mantequilla. Así, ofreciendo un producto para untar con facilidad, se elimina la necesidad de tener que someter a la miel a determinados procesos hasta hacerla líquida, más del gusto del consumidor habitual pero con la notable pérdida de propiedades que ello conlleva. En la actualidad esta empresa allerana también está desarrollando miel de producción ecológica, certificada por el COPAE -el consejo de la producción ecológica del Principado-, para atender las nuevas demandas del mercado agroalimentario.
Pero antes de dar este salto, esta empresa de producción agroalimentaria de calidad tendrá que terminar la construcción de su nueva planta, un proceso en el que se han topado de bruces con un laberinto administrativo que les ha hecho perder más de dos años de tramitación y les ha provocado un sobrecoste notable. Mario Pérez se muestra realmente molesto con las trabas que ha encontrado la empresa de su mujer. Pero su vinculación al concejo y su afición por la apicultura pueden más. Por ahora.