EFE/ALICANTE
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El síndrome del despoblamiento que afecta a la apicultura a nivel mundial provocó la muerte de más de 1.000 millones de abejas.
Este síndrome tuvo una repercusión negativa en unas 120.000 colmenas en la Comunidad Valenciana durante los últimos tres años, según señala la Unión de Labradores y Ganaderos-Coag (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos).
La Unión-Coag, preocupada porque la tasa de mortandad de abejas se ha elevado a un 50%, tomó muestras durante los últimos meses para colaborar en proyectos con el fin de descifrar el origen de este masivo despoblamiento.
Pese a que las causas de este síndrome no están claras, se les asocia a dos tipos. Por un lado, se encuentran los motivos sanitarios (virosis, nosemosis, varrosis) y, por otro, los ambientales-productivos (clima adverso, uso de fitosanitarios, deficiencias de miel y polen).
Los continuos cambios climáticos y la sequía pudieron actuar como detonantes de un decaimiento general de las colmenas.
Además, en la Comunidad Valenciana se suma otra causa: la de los decretos para limitar la polinización cruzada en plantaciones de cítricos.
La Unión Europea reconoce que la apicultura es imprescindible para nuestro medio ambiente y que tiene derecho propio a estar incluida dentro del nuevo Programa de apoyo al Desarrollo Rural 2007-2013, en el marco de las medidas agroambientales.
Por este motivo, la Unión-Coag espera que la Conselleria de Agricultura concrete su propuesta de ayudas dirigidas al sector como ya poseen otras comunidades autónomas con cierta relevancia apícola.
La Unión confía en que la Generalitat garantice la viabilidad y puesta en marcha de los compromisos adquiridos en materia de ayudas agroambientales ya que la situación es muy grave.