miércoles, 4 de abril de 2007

Los productores de miel quieren crear una marca única catalana

Fonolleres - Montse Torres 2007-04-01

Las principales asociaciones de apicultores de Catalunya apuestan por la creación de una marca única que les sirva como paraguas para comercializar la miel que producen bajo unos estrictos criterios de calidad. Así lo explicó ayer el responsable del sector apícola de Unió de Pagesos, Antoni Aresté, en una jornada técnica celebrada en el hotel Clos de Fonolleres (la Segarra), que reunió a más de un centenar de productores.

La iniciativa, impulsada por las cinco principales asociaciones de apicultores catalanes, cuenta, además, con el apoyo del sindicato Unió de Pagesos y del Departament d’Agricultura, Alimentació i Acció Rural (DAR) de la Generalitat. En este sentido, el director general de Desenvolupament Rural, Josep Maria Besora, quien se encargó de clausurar la jornada, explicó que el sector apícola “tiene mucho futuro”, pero también presenta dos problemas: el reconocimiento de la calidad del producto y la elevada competencia existente en el mercado, especialmente de países exportadores de miel como China o Sudáfrica, cuyo producto carece de la calidad del catalán pero también se vende a precios más bajos.
Por ello, explicó Besora, la creación de una marca propia catalana permitiría a los productores de miel ser más competitivos ante estos paises y crear su propia red de comercialización. No obstante, el director general de Desenvolupament Rural también alertó al sector de la necesidad de difundir el producto, destacar su calidad y reducir costes. Tres elementos que, según explicó, son los retos que deben superar los apicultores catalanes para vender con éxito sus propios productos.
En una línea similar se expresó Aresté, quien destacó la necesidad de que la producción de miel que ahora se exporta “a granel” a países como Francia “pueda venderse aquí”, puesto que, según explicó, existe un mercado dispuesto a comprar el producto y “sólo falta que el consumidor conozca la marca colectiva”.
Una marca que, según pronosticó Aresté, podría estar en marcha dentro de unos cinco años, ya que en este periodo el sector dejara de recibir ayudas y, además, los productores “estaremos preparados para vender los productos a pequeña escala y entrar directamente en la distribución”, añadió.
Respecto a las ayudas para el sector, Besora explicó que dentro del Pla de Desenvolupament Rural (PDR), en el que se está trabajando actualmente, se prevé la posibilidad de que el sector pueda acogerse al Contrato Global y optar así a ayudas en materia agroambiental, puesto que “los apicultores tienen un importante papel en la polinización de la especies”.