Álvaro Garrido lleva treinta años dedicado a la apicultura, actividad que ha heredado su hijo, apicultor ecológico que está tratando de dar un impulso a la empresa. Campomiel, radicada en Ventosa, tiene unas 1.500 colmenas, principalmente en la Sierra (Moncalvillo y la Demanda). Comercializan mieles de romero, tomillo, brezo y milflores, y es una de las pocas firmas que produce polen puro, «el alimento más rico que existe».
J.S./LOGROÑO
Para ellos, esta crisis no es al- go pasajero; llevan años sufriendo sus consecuencias. Por eso demandan alternativas y soluciones, y piden que se profesionalice más un sector que consideran vital para la pervivencia de la especie.
- ¿Desde cuándo ocurre esto?
- No es de ahora, pero la situación a la que nos enfrentamos sí es distinta a lo que conocíamos.
- ¿Qué creen ustedes que pasa con las abejas?
- Desde hace 20 o 25 años tenemos que tratar las colmenas contra la varroa y ahora, desde hace seis, también contra la nosemosis. Pero ahora, a pesar de los tratamientos, hay una mortandad muy alta.
- ¿Cómo ocurre?
- Se nota que las abejas están más débiles y no pasan el invierno. El invierno anterior, que fue más duro, fue peor. Por la varroa, que afecta a las pupas [larvas], las abejas nacen deformes; y por la nosemosis, sufren una diarrea. El resultado es que te encuentras un montón de abejas muertas o han desaparecido. La abeja está débil, sin la euforia que tenía antes.
- ¿Qué opina de las otras hipótesis que se mencionan?
- No hay más misterio. Lo de las ondas de los teléfonos móviles, por ejemplo, no tiene nada que ver. Son cosas que los apicultores ya tenemos en cuenta cuando instalamos las colmenas, porque las abejas notan todo: las tormentas, los tendidos eléctricos, las corrientes subterráneas
- ¿ El cambio climático?
- También afecta, claro. Y los pesticidas y la contaminación Las abejas notan todo.
- ¿Qué se puede hacer?
- Yo acabo de regresar de Granada de un cursillo de cría y selección de abejas reina. Una solución podría ser tratar de mejorar la especie. Es algo de lo que no se ha preocupado el sector. Nosotros tenemos desde hace tiempo nuestro propio criadero de reinas.
- ¿Como está el sector?
- La preocupación del sector es generalizada. Lo que ocurre es que es un sector muy poco profesionalizado; hay mucha gente que tiene colmenas como segunda ocupación, pero no son profesionales.
- ¿Les está haciendo caso ahora la Administración?
- Parece que hay cierta alarma, pero nos tememos que eso se pase pronto y sin sacar conclusiones. No parece que haya verdadera preocupación, porque si hay crisis en la apicultura vamos a ser muy pocos los que nos quedemos en la calle precisamente por lo poco profesionalizado que está esto.
- ¿Hacen alguna petición a la Administración?
- Necesitamos una alternativa porque el sector se está debilitando.
- Dicen que la abeja es vital para la biodiversidad. ¿Exageran?
- No, es cierto. La abeja tiene un papel clave en la biodiversidad y en la agricultura. Es la mayor polinizadora. Pero hoy ya no existen abejas silvestres; sólo circunstancialmente. La varroa se basta para acabar con ellas. Las de cría están aguantando esta plaga gracias a nuestros cuidados.
- ¿Está diciendo que sin apicultura no habría abejas?
- Exacto. Sin los apicultores no quedarían abejas; la varroa y la nosemosis las exterminarían.