Su principal actividad, la polinización, es imprescindible para que se produzcan más del 40% de los alimentos que se consumen en el mundo. En España, la almendra, la col y la coliflor son los que más dependen de estos insectos.
Estefanía González. Revista Capital/MADRID.-La agricultura española tendría que pagar una factura de entre 1.200 y 4.000 millones de euros si las abejas llegaran a desaparecer, según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura (FAO ) y del sindicato agrario La Unió. ¿El motivo? Estos insectos son imprescindibles para la polinización, un proceso que permite la reproducción de las especies vegetales y que influye notablemente en su calidad.
En el número de este mes, Capital analiza cuánto cuesta el “trabajo” que las abejas realizan en el campo y en cómo está afectando a la agricultura española en conocido como “síndrome de desabejamiento”. Desde que hace algo más de cinco años las abejas empezaran a morir sin una causa conocida hasta el momento, el baile de cifras ha sido continuo: mientras que desde el ministerio de Agricultura sitúan la mortalidad de estos insectos en 2006 en torno al 6%, diversos colectivos agrícolas se atreven a hablar de más de 50%.
Alarma en Estados Unidos Aunque la muerte masiva de abejas llevaba varios años afectando a diversos países de Europa y Latinoamérica, no ha sido hasta 2006 cuando se ha dado la voz de alarma. ¿El motivo? El síndrome ha aterrizado en tierras estadounidenses. La tierra del tío Sam produce el 80% de la almendra que se consume en el mundo, un cultivo que depende en un 90% de la actividad de estos insectos.