sábado, 15 de diciembre de 2007

Las abejas asturianas se salvan de las plagas que afectan a otras regiones

Los apicultores afincados en el Principado aseguran que el estado de sus explotaciones es de «absoluta normalidad» La salud de las colmenas depende en gran medida del trato
MANUEL NOVAL MORO/SIERO
El sector apícola español alzó hace semanas la voz de alarma al asegurar que las colmenas corrían peligro por la aparición de algunas plagas, en especial la conocida como nosemiosis cerana, un parásito para el que la abeja española tiene pocas defensas. En algunas zonas productoras del sur algunas explotaciones resultaron afectadas y, a pesar de que hubo quien predijo que esa plaga podría llegar a Asturias y que buena parte de las colmenas podrían correr peligro, no ha sido así.

Por el momento, los apicultores no han notado cambios significativos respecto a otras temporadas. Se pierden algunas colmenas por diversas enfermedades, pero esto ocurre del mismo modo que ha ocurrido siempre. El presidente de la asociación de envasadores de miel de Asturias, Luis Ángel García García, explicó que los apicultores asturianos tratan sus explotaciones especialmente contra una enfermedad, la verroasis, que es la que más las puede afectar.

En cuanto a la nosemiosis, no es una enfermedad nueva en España ni en Asturias, pero sí en la variedad cerana. Se ha importado de Java. En esta isla vive la apis cerana, una abeja de mayor tamaño que la asturiana y que es más resistente a la nosemiosis. Esta enfermedad llegó a España con las abejas de Java y afectó de forma más dañina a las colmenas locales, mucho menos resistentes.