Las mariposas inician su vuelo con seis semanas de antelación y las abejas polinizan hasta 55 días antes
Las golondrinas aparecen quince días antes que hace treinta años y su emigración se retrasa dos semanas
Mariposas que inician el vuelo en febrero, abejas que empiezan la polinización a finales de enero, golondrinas que sobrevuelan los cielos gallegos a principios de marzo o bodegas que comienzan la vendimia a principios de septiembre. Que el incremento de las temperaturas experimentado en los últimos años ha alterado el comportamiento biológico de las especies es un hecho palpable, pero este fenómeno que ocurre a escala global se ha documentado por primera vez en Galicia en un estudio coordinado por el catedrático de Edafología Francisco Díaz-Fierros y encargado por la Consellería de Medio Ambiente dentro de la serie de informes sobre el impacto del cambio climático en la comunidad.
Los investigadores han recopilado datos de los últimos treinta años aportados por cinco estaciones fenológicas (que hacen el seguimiento de los cambios en los ciclos vitales de las especies) controladas por el Instituto Nacional de Meteorología y distribuidas por el territorio gallego. Están localizadas en Salcedo y Guillarei (Pontevedra), Seoane y Loureses (Ourense) y Montaos (A Coruña). Los registros históricos se midieron tanto en cultivos y árboles frutales como en insectos y aves y los resultados no dejan lugar a dudas. Aunque en unos casos los datos son más relevantes que en otros, los investigadores han concluido que existe una tendencia generalizada al cambio de los patrones vitales de las especies (floración, caída de la hoja, aparición o emigración, según los casos) relacionada con el aumento de la temperatura en la comunidad, que en los últimos 30 años se elevó en casi 1,5 grados.
Los investigadores han recopilado datos de los últimos treinta años aportados por cinco estaciones fenológicas (que hacen el seguimiento de los cambios en los ciclos vitales de las especies) controladas por el Instituto Nacional de Meteorología y distribuidas por el territorio gallego. Están localizadas en Salcedo y Guillarei (Pontevedra), Seoane y Loureses (Ourense) y Montaos (A Coruña). Los registros históricos se midieron tanto en cultivos y árboles frutales como en insectos y aves y los resultados no dejan lugar a dudas. Aunque en unos casos los datos son más relevantes que en otros, los investigadores han concluido que existe una tendencia generalizada al cambio de los patrones vitales de las especies (floración, caída de la hoja, aparición o emigración, según los casos) relacionada con el aumento de la temperatura en la comunidad, que en los últimos 30 años se elevó en casi 1,5 grados.
El ciclo biológico se ha alterado de forma significativa en las golondrinas, cuya llegada a Galicia se ha adelantado una media de quince días en los últimos treinta años, mientras que su emigración invernal se ha aplazado en otras dos semanas. El comportamiento del vencejo es más errático, ya que los datos de las estaciones analizadas son más dispares, aunque en Montaos (Ordes) se ha comprobado que su emigración se ha retrasado un promedio de 40 días.
Otro tanto ocurre con las mariposas, que remontan el vuelo casi seis semanas antes de lo habitual. En la estación de Guillarei este indicador se ha adelantado en 44 días, y en el de Salcedo, en 33. Otro insecto que ha experimentado una modificación similar en su comportamiento ha sido la abeja, especie en la que es cada vez más evidente la tendencia a adelantar la fecha en que se ve por primera vez en flor. En la estación de Guillarei han iniciado la polinización 55 días antes que hace 30 años, mientras que en la de Salcedo este proceso lo han comenzado 44 días antes. Otro cambio notable es el que se ha registrado con la uva en las estaciones pontevedresas de Salcedo y Guillarei, asociadas con la denominación de origen Rías Baixas. La planta florece y madura 18 días antes y la vendimia se ha adelantado unas dos semanas en los últimos tres decenios.
«Non hai dúbida de que existe unha tendencia clara e xeneralizada de cambio nos ciclos biolóxicos en relación co incremento das temperaturas. Isto xa é unha evidencia nunha situación de cambio climático e esta tendencia vai ir en aumento», confirma el catedrático de Edafología Francisco Díaz-Fierros.