jueves, 11 de septiembre de 2008
Un empresario local patenta quesos elaborados con pimentón, miel y vino
Teodolindo Chillón presentó ayer el nuevo producto picante, que dará a conocer al público en la Feria de Muestras
M. B. La firma toresana "Queserías Chillón Plaza", en la que trabaja ya la cuarta generación de queseros de la zona, presentó ayer en sociedad un nuevo producto, el queso picante, que será patentado y que se sumará a los otros dos "inventos" queseros que han sido inscritos por esta empresa familiar en el Registro de Marcas y Patentes: el queso de Toro con vino tinto y el queso de oveja con miel, a los cuales ya les han salido imitadores. La nueva "delicatessen" de la factoría Chillón se presentará oficialmente en la Feria de Muestras de Valladolid a partir de este fin de semana.
El nuevo producto, que al igual que el queso con miel se vende en tarrinas de 125 gramos, es fruto de una «investigación de más de dos años», según ha señalado el propietario de la firma, Teodolindo Chillón, quien lo define como «muy homogéneo y estructurado, muy nutritivo e indicado para personas de entre 40 y 60 años, porque, aunque el sabor no es muy agresivo en boca y mantiene por encima de todo el sabor del queso, es un poco picante». Está elaborado a base de «una emulsión de leche cruda de oveja, aceite y pimentón de la Vega de Toro, con una pizca de especias».
Una vez alcanzado el techo de producción -«yo le digo a mis hijos que no debemos crecer más, porque se puede perjudicar la calidad», afirma Chillón-, el objetivo ahora es centrarse en la investigación de nuevos productos que, como los mencionados, contribuyen a que la firma quesera no tenga que preocuparse de posibles excedentes. «Nosotros no hemos notado la bajada del consumo, porque destinados el 10% de la materia prima a este tipo de productos», explica el empresario toresano descendiente de Pinilla de Toro, para quien «las innovaciones que realice una empresa vienen motivadas por la propia inquietud del empresario». Estas labores de indagación en las posibilidades de los quesos les ha llevado a «dejar parada la comercialización», aunque es algo que no les preocupa ya que sostiene que «los productos que tenemos se están vendiendo solos; yo heredé de mis padres unos clientes que seguimos conservando a través de sus hijos», afirma Teodolindo.
La consecución de los objetivos deseados en materia de calidad en los quesos tradicionales -quesos cuarta generación de 8 y 14 meses de curación elaborados con leche cruda de oveja, y quesos sin corteza- les ha permitido también centrarse ahora en buscar novedosos productos, «hemos conseguido -dice- un sabor impresionante y una excelente flexibilidad a la hora de cortar», una cualidad muy apreciada en los quesos, que permite que «no se rompan, que no escachen cuando se cortan, por eso es un producto muy recomendable para hoteles y este tipo de establecimientos».
Características "made in" Chillón que se suman a un «retrogusto que llega a durar una hora después de haberlo comido» y que este avispado empresario, que llegó a hacerse célebre en Galicia por el desplante que Manuel Fraga hizo a la entonces ministra de Agricultura Elena Espinosa probando sus quesos en una feria, relata incansable una y otra vez a los numerosos autocares de excursionistas que paran en su fábrica.
La fábrica de quesos Chillón Plaza elabora 2.500 kilos de producto en temporada alta y algo más de 1.5000 en temporada baja, es decir, cuando la producción de leche de oveja es menor. Es una empresa netamente familiar en la que, además del propio Teodolindo Chillón y sus dos hijos menores, tan solo trabajan otras tres personas».
El emprendedor empresario se muestra orgulloso de que dos de sus cuatro hijos, uno recientemente recuperado para el negocio, vayan a continuar con la tradición, aunque a la hora de arrimar el hombro todos lo hacen.
Especialmente satisfecho se siente de haber logrado elaborar unos quesos que «mantienen el sabor de antaño, pero que están elaborados con nuevas técnicas»; técnicas que les han permitido, además, ser pioneros. El queso de oveja con miel fue presentado hace exactamente un año y desde entonces solo ha hecho que cosechar éxitos, «ha sido una sorpresa la introducción que ha tenido en el mercado, sobre todo teniendo en cuenta que es un producto que no se vende por sí solo, porque es muy novedoso y hay que explicar al cliente de qué ese trata, pero una vez que la prueban, todo el mundo se engancha». Chillón no para de "inventar" y ahora se le ha ocurrido que sus tarrinas, de queso picante y queso con miel, «son un obsequio de madrina ideal». El listado de "delicatessen" lo completan sus quesos de oveja elaborados con leche cruda y conservados en manteca de cerdo. Pero hay más, incluso ha elaborado un vino de marca propia -que reproduce en su etiqueta el célebre cuadro de "la Virgen de la mosca"- que sus clientes pueden adquirir para acompañar sus otros productos queseros.