Buena parte de todos esos beneficios son analizados en las instalaciones del Centro de Referencia Andaluz de Apicultura, creado en diciembre de 2006 tras autorizar la Junta a la Asociación de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG) "Apicultores Andaluces", su implantación.
El Centro de Referencia Andaluz de Apicultura, creado hace dos años y con sede en la Universidad de Córdoba, ha iniciado un nuevo programa formativo que, por primera vez, ha permitido a los apicultores entrar en contacto con expertos y científicos y aplicar de forma directa en sus colmenas los últimos avances logrados por la investigación.
El programa se inició el pasado mes de enero con un curso sobre producción y caracterización de miles al que asistió medio centenar de apicultores, y continuará el próximo mes de abril con un monográfico sobre el control sostenible de enfermedades en las colmenas como un método para mejorar la calidad de la miel. En este nuevo seminario, según aclara el director del centro, el profesor Francisco Puerta, se tratará de explicar a los ganaderos cómo evitar las patologías más comunes a través de un manejo adecuado de los colmenares.
Los cursos ofertados por el centro están apoyados por el Área de Medio Ambiente de la Diputación de Córdoba y van dirigidos a las 3.000 familias que se dedican a la apicultura en Andalucía y que gestionan el medio millón de colmenas censadas en la Comunidad Autónoma (un 22% del total de España). Esta actividad ganadera produce anualmente 4.500 toneladas de miel y alrededor de 200 toneladas de polen; producción cifrada en torno a los 12 millones de euros.
Una cifra limitada si se tiene en cuenta que de las abejas depende el 80% de los cultivos para su polinización y uno de cada tres alimentos que consume el ser humano. Pero para Puerta existe una valor que va más allá de lo estrictamente económico. Según explica el profesor, "la actividad apícola en Andalucía produce una serie de beneficios medioambientales y sociales que frecuentemente pasan desapercibidos. Respecto al beneficio ecológico, baste mencionar el papel de las abejas como agentes polinizadores de plantas silvestres, cuyos frutos alimentan al hombre y a otras especies. Pero es que además las abejas frenan los efectos negativos que genera la erosión contribuyendo a la conservación del suelo, mediante el mantenimiento y expansión de la cubierta vegetal, setos y arboledas.
Favorece la formación e incorporación de abonos verdes, el enriquecimiento en materia orgánica y la proliferación de una microfauna asociada a los colmenares, que enriquece la biología del suelo".
Buena parte de todos esos beneficios son analizados en las instalaciones del Centro de Referencia Andaluz de Apicultura, creado en diciembre de 2006 tras autorizar la Junta a la Asociación de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG) "Apicultores Andaluces", su implantación. Esta ADGS incluye a la mayoría de los apicultores andaluces y decidió establecer dicho centro en colaboración con el grupo de apicultura de la Universidad de Córdoba dirigido por el profesor Puerta.
Las instalaciones de dicho centro en Rabanales han sido ampliadas en el último año y serán inauguradas en breve. Están ubicadas en el edificio 7 de la Colonia de S.José del Campus. Además, cuenta con tres colmenares experimentales; uno en Rabanales; otro en el parque de Los Villares y el último en la finca Porrillas, cedida por la Diputación cordobesa, que igualmente financia buena parte del programa formativo del centro.