sábado, 21 de marzo de 2009

Un invierno que puede favorecer a los colmenares

La situación meteorológica hace presagiar una buena cosecha en la provincia, en opinión de los apicultores



Quien pase estos días por el lugar de As Balsas, en la parroquia de Lamaigrexa, en A Pobra do Brollón, podría sacar la conclusión de que la primavera temprana hace que las abejas se vuelvan este año más madrugadoras.

En las colmenas situadas en este paraje podían verse en días pasados un gran número de estos insectos entrando y saliendo de las cajas.

El fenómeno, sin embargo, parece ser sólo un caso curioso de alcance puramente local, nada representativo de la situación actual de las explotaciones apícolas de la zona. Los responsables de la empresa Mieles Anta, que posee colmenares en Samos, Triacastela, O Courel y Quiroga, señalan a este respecto que sus abejas no empezaron todavía a enjambrar, ni dan señales de que su actividad biológica habitual se esté adelantando debido a las condiciones meteorológicas.

«En los brezales no se está adelantando la floración ni mucho menos y en algunas zonas, como sucede en Quiroga, el brezo alto está abriéndose con bastante retraso, así que las abejas no pueden formar todavía los enjambres», explican. «En condiciones normales, las abejas no enjambran en estas zonas hasta mediados de abril y este año contamos que empiecen a hacerlo por entonces», añaden.

Plazos habituales

Los apicultores de Mieles Anta dicen por otra parte que el invierno que está a punto de acabar «fue mucho más normal que los que tuvimos últimamente.

Fue como los que eran corrientes hasta hace unos veinte años, así que hay que esperar que el comportamiento de las abejas en las colmenas se mantenga totalmente dentro de que lo que consideran como los plazos habituales», agregan. Un caso aparentemente prematuro como el de las colmenas de As Balsas, en su opinión, «no es más que algo puntual que puede darse en alguna pequeña zona más abrigada».

Por otro lado, las condiciones meteorológicas de este invierno parecen bastante prometedoras en lo que respecta a la próxima cosecha apícola en las zonas de montaña del sur lucense, aunque es demasiado pronto para saber cuál será el resultado final.

«Fue un invierno frío, con bastante nieve y lluvia y a estas alturas del año tenemos mucha humedad, lo que es positivo para la vegetación y para las abejas», comentan desde la mencionada empresa. «Si las cosas siguen yendo bien, este año podremos tener una buena cosecha en las colmenas», agregan.