sábado, 21 de marzo de 2009

MIEL Y POLEN: LAS DOS CARAS DE LA APICULTURA

La situación actual del sector de la apicultura no está bien, pero tampoco tan mal como otros sectores. Aunque es cierto que la miel y el polen son los polos opuestos de rentabilidad; así, el mercado de la miel, aunque no alcanza los precios deseados en la campaña del año 2008 se ha defendido bien, pero también se vende mejor el producto. Por ejemplo, en la cooperativa Reina Kilama exportaron más del 60% de la cosecha fuera de nuestras fronteras, principalmente Europa (Alemania, Francia, Italia, Austria…) y también algunos países como Japón, Marruecos y algunos países árabes, eso sí en menor cantidad.
Chema Díez

Pero, sin lugar a dudas, lo que peor está en estos momentos es el polen, porque en los dos últimos años el consumo ha bajado mucho y el precio también; por esta razón, el mercado está casi parado, y los movimientos son muy lentos. El polen, en el año 2006 alcanzó un valor por encima de los diez euros; en 2007 ya cayó debido al aumento del precio en el año anterior, y por la importación de otros países como China, que hasta entonces no producía. Ya en 2008 siguió esa caída vertiginosa y ahora mismo no tiene precio, tan sólo vale tres euros, y con ese valor no es rentable producir.
“Como anécdota, hay que destacar que en España somos los primeros productores de polen, y a la vez los que menos consumimos. El caso de la miel es diferente porque tiene mercados de sierra cuyo precio sube y baja mucho, pero se mantiene por encima de los dos euros, en torno a los 2,50 como en los dos últimos años”, señaló Canete.

En España, el sector de la miel es un sector profesional, y no se puede decir que sea muy representativo en general, pero España es la primera productora en apicultura, la primera en número de colmenas, y la primera en número de profesionales. Aparentemente parece un sector pequeño pero existe un gran número de familias que vive de este sector. Y la labor de las abejas en el medio ambiente tiene gran relevancia, porque España con toda su flora debe mantener la apicultura y el nivel de colmenas y abejas, “y podemos presumir de ello, claro que sí”.

El trabajo de un apicultor es una labor casi artesanal y muy esclava porque hace que el profesional pase mucho tiempo fuera de casa. “Es una labor diaria en las colmenas, porque como los precios no son muy buenos, el número de colmenas tiene que ser muy alto y hay que dedicarle mucho tiempo, y no existen días en los que no tienes nada que hacer; ahora hay que hacer más trashumancia y preparar el trabajo de invierno”.

Una década de servicio
Por su parte, la cooperativa Reina Kilama lleva casi 11 años sirviendo a los intereses de los productores de miel y polen de la provincia, y surte a gran parte del país, de Europa y en menor medida del mundo; situada en la localidad de San Miguel de Valero, su andadura comenzó con 5.000 metros cuadrados en propiedad y una nave de 1.000 metros. Posteriormente la cooperativa sufrió una ampliación con otros 5.000 metros cuadrados más para construir una limpiadora de polen, un laboratorio, una tienda y una sala de reuniones.

La cooperativa está muy preparada y avanzada a los nuevos tiempos con una maquinaria muy adecuada para procesar la cera fundida y posteriormente prensarla, porque en Reina Kilama son productores y consumidores de cera. “Este proceso se desarrolla porque anualmente hay que renovar la cera en cada colmena, y las láminas resultantes del proceso vuelven a ser introducidas en cada colmena. En Reina Kilama también hacemos un envasado denominado ‘en frío’, es decir, que la miel no pasa de los 40 grados para no alterar sus propiedades y que no se caliente en exceso; así, la miel por su propio peso se filtra, un proceso por el que queda en su estado natural. Y con el polen ocurre algo similar porque se limpia en una máquina, pero lo que sí se hace es el vacío para una conservación mejor”, apuntó Santiago Canete, presidente de la cooperativa Reina Kilama. La cooperativa también se encarga de producir polen fresco, con unas cámaras para su conservación, siendo ésta la que más polen produce en España, y también los primeros en polen fresco.

La situación de la cooperativa Reina Kilama se encuentra en una buena situación, “y podemos reiterar que llevamos diez años y la cooperativa está saneada, y eso es una situación muy buena, y creo que la crisis la podremos aguantar. Nosotros producimos un millón de kilogramos de miel y aproximadamente entre 200 y 250 toneladas de polen, y cuenta con 110 socios”, señaló Canete.

Por otro lado, Manuel Oliva, productor de San Miguel de Valero señaló que otro de los problemas es la ley agroambiental. “Ahora para la ayuda agroambiental nos obligan a estar seis meses en Castilla y León, que yo creo que es un gran problema, y nos perjudicará más que si no aceptamos la ayuda. Seis meses es una barbaridad porque con cuatro valdría; la colmenas en invierno no polinizan nada y debemos acelerarnos en Extremadura, subiendo antes de lo debido. Vamos a tener que mover colmenas hacia Castilla y León por el contrato firmado y ya deberíamos estar en campaña en Extremadura”, dijo.