sábado, 8 de agosto de 2009
Los apicultores del Bierzo pierden más de 300 millones de abejas al año
A pesar del número de ejemplares que desaparecen y de las pocas colmenas que hay en otoño, la cosecha es buena gracias a los enjambres formados en primavera
El representante de la asociación de apicultores, Santiago Arroyo, confiesa que «este año se prevé una buena cosecha de miel a pesar de la escasez de colmenas que se manifiesta desde hace aproximadamente tres años». Arroyo afirma que «las abejas se pierden en otoño por la enfermedad de la nosemiasis», enfermedad que empezó a tener consecuencias en el 2007 y a la que todavía las abejas no se han acostumbrado. También comenta que «en primavera los apicultores forman los enjambres y por eso se recupera un poco el número de insectos». En total, se calcula que al año se pierden 300 millones de abejas.
Desde su experiencia, el apicultor señala que «el año pasado, entre agosto y febrero se perdió más del 80% de las colmenas. En un colmenar de 29 colmenas, quedaron tres y en uno de 18, quedaron unas siete colmenas». En la comarca del Bierzo debería haber más de 10.000 colmenas y hay menos de la mitad». Arroyo presentó el problema al presidente del Consejo Comarcal, José Luis Ramón, «pero no hizo caso. Parece que a la gente no le importa porque saben que la miel llega de otros países».
La enfermedad que las abejas sufren cada otoño tiene un origen que aún no es fiable. La teoría más creíble hasta el momento es que se trata de la enfermedad antes citada, la nosemiasis, pero exiten otras como que es una enfermedad causada por insecticidas o que se produce por las ondas de los teléfonos móviles. La nosemiasis es un hongo que procede de Asia y la Asociación Berciana de Apicultores cree que es el verdadero motivo de la caída del número de colmenas. El tratamiento es un jarabe consistente en un principio activo de la fumagilina que ya en el 2007 empezó a aplicarse, pero que al parecer no soluciona del todo el problema, sólo parcialmente. Se espera que con el tiempo las abejas se acostumbren y se inmunicen.