Los apicultores del Levante almeriense, la mayoría concentrados en la zona de Sierra Cabrera, han sufrido las consecuencias de los incendios acontecidos, viendo como el fuego ha arrasado sus colmenas. Técnicos pertenecientes a Coag Almería han visitado las explotaciones apícolas afectadas junto a propietarios y los peritos del seguro, informando posteriormente de que «un millar de colmenas han sido pasto del fuego, lo que supone unas pérdidas económicas de más de 90.000 euros». No obstante, estas cifras sólo tienen en cuenta a las propiedades de los apicultores afiliados a esta organización, «por lo que el número de colmenas siniestradas podría fácilmente superar las 2.000 y, por tanto, elevar al doble las pérdidas sufridas», aclaran desde la organización. Otra zona afectada por las llamas ha sido el entorno donde se encuentra ubicado el municipio de Lucainena, lugar que mantiene también actividad apícola, y que por tanto, habría que sumar igualmente, a las pérdidas ocasionadas en este sector por los incendios.
Las expectativas iniciales de campaña de producción de miel en la provincia se han visto mermadas nuevamente, ya que «aunque eran en principio esperanzadoras el cese de las lluvias en primavera, incidieron en la resultante campaña mediocre», valoran desde Coag.
A pesar de que el fuego no ha acabado por completo con el entorno, subrayan desde la organización agraria, Sierra Cabrera «sí que ha perdido gran cantidad de las poblaciones de albaida o retama, exclusivas de Almería, o de otras especies genéricas como romero o tomillo, entre otras».
Coag recomienda a los afectados que pasen por las oficinas de la organización para iniciar los trámites de información al seguro de los daños sufridos. A partir de ahora, explican desde el sindicato agrario, «los apicultores deberán reponer con rapidez las colmenas perdidas para no poner en peligro la percepción de las Ayudas Agroambientales y las subvenciones del Plan Nacional Apícola, vitales para la supervivencia del sector».