Una rara enfermedad que provoca la desaparición de las abejas está dejando vacías las colmenas de la Región. Los pesticidas o el parásito varroa, entre otros factores, están detrás de este fenómeno, conocido como síndrome del despoblamiento de las colmenas, que cada año acaba con un 20% de la población de abejas de Murcia.
VICTORIA GALINDO Las siglas CCD (Colony Colaps Disorder) o Síndrome del Despoblamiento de las Colmenas, esconden un drama que afecta a las abejas de todo el mundo y que está golpeando con fuerza a los apicultores de España. Murcia no se escapa a sus efectos y se calcula que cada año, el síndrome provoca la pérdida del un 20% de la población de colmenas, según Joaquín Lozano, veterinario de la Asociación de Apicultores de la Región de Murcia. Al respecto, hay que destacar que cada colmena produce al año entre 30 y 40 kilos de miel, más los enjambres que genera y que permiten poblar otras colmenas. En total, las pérdidas anuales podrían superar los cuatro millones de euros.
Este extraño síndrome se describe con facilidad, no así las causas que lo provocan. "Las colmenas están aparentemente bien pero, de pronto, empiezan a perder individuos y al final sólo quedan unos pocos que hacen inviable la colmena. Lo llamativo es que, al contrario de lo que ocurre con otras enfermedades, ahora no queda ni rastro de las abejas muertas. Salen un día y ya no vuelven. Así de fácil e incomprensible", explica un apicultor.
La literatura científica sobre este fenómeno vincula el Síndrome del Despoblamiento de las Colmenas a la proliferación de pesticidas con acción neurotóxica, aunque sin descartar otras posibles causas y la interacción de diversos factores.
Según se ha descrito en varios trabajos de investigación, especialmente en Francia y España, los pesticidas basados en los 'neo-nicotinoides' -cada vez más utilizados- hacen que las abejas sufran una pérdida brusca del sentido de la orientación. Salen de la colmena para hacer su trabajo pero luego no saben volver y mueren lejos de su refugio. Por eso nadie las encuentra nunca muertas.
En Estados Unidos, la revista Science habla en un artículo de la pérdida de entre un 50% y un 90% de las especies polinizadoras, especialmente abejas y abejorros.
En algunos países se ha suspendido cautelarmente el uso de 'neo-nicotinoides' aunque en España todavía no hay movimientos en esa dirección. Las grandes compañías, multinacionales, con gran poder para influir en las decisiones políticas, controlan la fabricación y distribución de estos productos y dirigen también el mercado de las semillas -muchas de ellas resistentes a estos compuestos- y también otros pesticidas e insecticidas usados en la apicultura.
Joaquín Lozano destaca como otro de los factores desencadenantes del síndrome la presencia de la varroa, un parásito que debilita el sistema inmunológico de la abeja, aunque aclara que "sólo es un factor más, ya que se trata de un síndrome multifactorial", es decir, provocado por más de una causa.
Pese a la gravedad de la situación, que en algunas regiones como Castilla-León afecta al 60% de la población de colmenas, Murcia es una de las provincias menos afectada en comparación con el resto del país.
En la actualidad, en la Región se contabilizan 82.269 colmenas (que representa un 3,5% del total nacional), en manos de 393 apicultores, de los cuales la mayoría se dedican profesionalmente a la producción de miel, según datos de la consejería de Agricultura.
En nuestro país, la comunidad autónoma con mayor censo de abejas es Andalucía, seguida de Valencia, Castilla-León y Extremadura. Por su parte, España es el principal país productor de la Unión Europea con más de 230.000 colmenas.