domingo, 23 de enero de 2011

Inseminaciónartificial, también para las abejas Un apicultor ha conseguido desarrollar una técnica que mejora la productividad.

Pican y dan miel. Esto es lo que todo el mundo sabe sobre las abejas, pero lo cierto es que el mundo de estos insectos es mucho más amplio. Con esta filosofía, un "apicultor aficionado" de Zuera ha desarrollado un programa de selección pionero en España. Permite seleccionar a los mejores ejemplares para conseguir una productividad mayor de este tipo de ganadería alternativa.

Lorén trabajó durante 50 años como carpintero, pero su afición por las abejas llenaba todos sus ratos libres. Hasta que llegó su jubilación y pudo dedicarse completamente a la apicultura y toda su investigación comenzó a dar frutos. Este año ha obtenido 39 kilos de miel por colmena, mientras que la media del resto de apicultores de su entorno ha girado en torno a los 14 kilos.

Su técnica se basa en la inseminación selectiva de las abejas reina, para hacerlas más resistentes a las enfermedades y conseguir que sean más productivas. Algo que parece muy complicado, pero que Agustín --que no tiene estudios académicos-- ha conseguido "paso a paso" y sin recibir ningún tipo de ayuda. "He presentado muchas veces proyectos a las instituciones, pero siempre me los han denegado", explica resignado.

Agustín lleva años solicitando la colaboración de un biólogo o un genetista para coordinar el trabajo de campo y el de laboratorio. "De este modo, los avances serían mucho más rápidos", declara el apicultor.

Convenio

El reconocimiento que no le aportan las instituciones, sí que ha llegado a través de sus propios compañeros. Cada año recibe a apicultores de todas partes de España, para aprender sus técnicas. Acaba de firmar un convenio con sus colegas turolenses para recibir clases de Agustín durante dos años.

Lo que más sorprende a los apicultores que acuden a Agustín es sin duda, la mansedumbre de sus abejas. La mayoría no se atreve a manipularlas sin protección, pero Lorén trabaja con toda tranquilidad en manga corta y con sus propias manos. "Y nunca he tenido un disgusto", asegura. Gracias a sus hallazgos, su nombre ha llegado ya hasta el extranjero, puesto que colabora con estudiosos de Inglaterra y Francia en su investigación.

Según Lorén, la apicultura "puede dar mucho de sí", por ello "es necesario que reciba ayudas por parte de las administraciones". En su caso, uno de sus hijos ha seguido su camino y colabora con él en la producción de miel. Asegura que seguirá trabajando por este sector que considera "imprescindible".