domingo, 20 de febrero de 2011

La muerte de abejas se agrava al esfumarse cientos de enjambres

Los pesticidas podrían explicar las grandes pérdidas en Vilardevós o Covelo
La desaparición de abejas se agudiza en estas fechas, y en Galicia se registran ya casos graves entre las que no han sobrevivido al invierno, como la pérdida de cien enjambres en un apiario de Covelo (Pontevedra) o el de un apicultor de Vilardevós que se ha quedado sin 60 colmenas. La causa, según refrenda el veterinario Gonzalo Calvo, no puede ser otra que el denominado síndrome de despoblamiento de las abejas, derivado de la intoxicación por pesticidas que afecta a su sistema nervioso y las desorienta, impidiéndoles el regreso a la colonia. «En el caso concreto de Vilardevós, donde apenas quedaron cuatro o cinco colmenas con abejas, están bastante alejadas de cultivos, pero los pesticidas se encuentran en el aire o en el agua y los efectos que en humanos podrían manifestarse a largo plazo con demencias, a ellas les provocan antes intoxicación aguda y alteraciones neuronales», explica este técnico de la Asociación Galega de Apicultura (AGA).

Lo habitual, no obstante, es que el apicultor empiece antes a notar que sus colmenas van perdiendo población y dan menos miel, hasta que ya no regresan al panal. Calvo asegura que detrás están invariablemente los fitosanitarios nicotinoides y cree superada cualquier controversia, pues otras líneas de investigación apuntaban a una combinación de factores climáticos y enfermedades conocidas, además de la extensión del hongo Nosema ceranae y virus exóticos.

Reposición

Calvo cree que ningún veterinario desea que se descuiden tratamientos habituales como los de la varroa. «Pero una loque americana, varroa o nosema son algo muy distinto a esto, que provoca una gran desilusión en el apicultor, porque debe reponer todas las colmenas, sin saber de dónde vino el problema», añade.

El secretario técnico de AGA, Jesús Asorey dice que el Parlamento británico va a prohibir todos los pesticidas neonicotinoides y en otros países como Francia, Alemania, Eslovenia e Italia también han retirado algunos. «Os ministros de agricultura da UE acordaron hai dúas semanas non autorizar ningún produto dañino para as abellas, un paso adiante pero non suficiente, pois continúan no mercado agrotóxicos como os que se empregan para tratar sementes de millo, e outros como a clotianidina, que é máis moderno pero aínda máis perigoso que o coñecido imidacloprid».

Tras el análisis en profundidad de la sanidad de las abejas en la UE, se espera que la presidencia húngara presente conclusiones al Consejo en mayo. Por lo pronto, ha puesto en marcha un programa de vigilancia piloto para estimar el grado de mortalidad y ha designado el laboratorio francés de Sophia-Antipolis de referencia en la UE para la investigación por cinco años de los casos de enfermedades apícolas. Existe un desajuste ecológico, también por el lado de la pérdida de biodiversidad, y se necesitan formar más expertos en salud de las abejas para aumentar la seguridad alimentaria.