La búsqueda de nuevos tratamientos para el nosema, principal reto de la apicultura
Por: M.TOVAR ATANCE
MARCHAMALO
Uno
de los retos más importantes que tiene el sector apícola en la
actualidad es contar con nuevos tratamientos para combatir el nosema
ceranae existente en las colmenas, además de seguir investigando los
daños que produce la varroa, aunque esta sí tiene un medicamento
específico. Así se desprende del estudio que ha dirigido el Centro
Apícola Regional de Marchamalo, en el que han colaborado investigadores
de todo el país, y que se ha corroborado la importante presencia de
estos dos parásitos en las explotaciones apícolas.
Encontrar nuevos tratamientos para combatir el
nosema ceranae –uno de los parásitos más dañinos para las abejas– es uno
de los objetivos del Gobierno regional, que ha dirigido desde el Centro
Apícola de Marchamalo un estudio, en colaboración con investigadores y
universidades de todo el país, para conocer la presencia de los
parásitos en las colmenas. Esta investigación ha revelado que la varroa y
el nosema ceranae siguen siendo las dos principales amenazas para la
apicultura, especialmente el último, para el que no hay un medicamento.
“Es necesario hacer un mayor esfuerzo en la lucha contra la varroa y
seguir insistiendo en la búsqueda de nuevos tratamientos para el
nosema”, según explicó ayer el director general de Producción
Agropecuaria, Francisco Martínez Arroyo, quien insistió en que es “el
mayor problema del sector”.
Desde la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural están trabajando además con el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y el de Sanidad para que se autorice el uso de medicamentos para la lucha contra el nosema.
Martínez Arroyo presentó ayer en el Centro Regional de Marchamalo a medio centenar de investigadores y productores agrícolas de todo el país las conclusiones de este proyecto, en el que se han estudiado y analizado más de 2.000 explotaciones de todo el país en las que se han extraído muestras. Además ha contado con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA).
De la misma forma, en breve está previsto iniciar un nuevo proceso de investigación con el fin de conocer cuáles es la presencia real de residuos químicos en las colmenas.
El encuentro, en el que también estuvo el delegado provincial de Agricultura, Sergio Cabellos, y el director del centro, Ángel Sanz, sirvió para debatir sobre la situación actual del sector. En este punto el director general insistió en la nacesidad de profesionalizar el sector, especialmente en Guadalajara, ya que es una de las provincias de Castilla-La Mancha, junto a Cuenca, con los índices más bajos. “Tenemos un nivel de profesionalización relativamente bajo, un 26%. Hay muy pocas actividades en el sector agrario con un nivel tan bajo”. A juicio de Martínez Arroyo esto se traduciría en un mayor número de personas dedicadas a esta actividad y el crecimiento del tamaño de las explotaciones. De las 1.700 existentes en Castilla-La Mancha, Guadalajara cuenta con entre 500 y 600. MARCHAMALO
Desde la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural están trabajando además con el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y el de Sanidad para que se autorice el uso de medicamentos para la lucha contra el nosema.
Martínez Arroyo presentó ayer en el Centro Regional de Marchamalo a medio centenar de investigadores y productores agrícolas de todo el país las conclusiones de este proyecto, en el que se han estudiado y analizado más de 2.000 explotaciones de todo el país en las que se han extraído muestras. Además ha contado con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA).
De la misma forma, en breve está previsto iniciar un nuevo proceso de investigación con el fin de conocer cuáles es la presencia real de residuos químicos en las colmenas.
El encuentro, en el que también estuvo el delegado provincial de Agricultura, Sergio Cabellos, y el director del centro, Ángel Sanz, sirvió para debatir sobre la situación actual del sector. En este punto el director general insistió en la nacesidad de profesionalizar el sector, especialmente en Guadalajara, ya que es una de las provincias de Castilla-La Mancha, junto a Cuenca, con los índices más bajos. “Tenemos un nivel de profesionalización relativamente bajo, un 26%. Hay muy pocas actividades en el sector agrario con un nivel tan bajo”. A juicio de Martínez Arroyo esto se traduciría en un mayor número de personas dedicadas a esta actividad y el crecimiento del tamaño de las explotaciones. De las 1.700 existentes en Castilla-La Mancha, Guadalajara cuenta con entre 500 y 600. MARCHAMALO