martes, 25 de febrero de 2014

La apicultura pone en peligro a los abejorros

Un estudio conjunto de varias universidades británicas alerta sobre la propagación de patógenos desde las colmenas mielíferas

La apicultura pone en peligro a los abejorros
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Un abejorro con una obrera recién eclosionada
Las enfermedades que son comunes a las abejas de apicultura están ahora extendidas entre los abejorros del Reino Unido, según afirma una investigación publicada hoy en la revista «Nature». El estudio sugiere además que algunas de esas enfermedades están siendo contagiadas a las poblaciones de abejorros por las abejas mielíferas.
El dr. Matthias Fürst y el profesor Mark Brown, de la Royal HollowayUniversity de Londres -en colaboración con el dr Dino McMahon y el profesor Robert Paxton, de la Queen's University de Belfast, y el profesor Juliet Osborne del Centro de Investigación Rothamsted de la Universidad de Exeter- aseguran que las investigaciones aportan información vital para que las labores de apicultura no dañen a las poblaciones de abejorros.
El Dr Fürst, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Royal Holloway, explica que «las abejas silvestres y las mielíferas estan en declive tanto a nivel nacional como mundial. Y debido a su papel central en la polinización de flores salvajes y también de los cultivos, es esencial entender qué subyace bajo esa mortandad. Nuestros resultados sugieren que las enfermedades emergentes se extienden desde las abejas de apicultura, y que puede ser una causa importante de la mortalidad las abejas silvestres».
La producción mundial de miel es de aproximadamente un millón de toneladas cada año. Pero, además, las tres cuartas partes de los cultivos mundiales, cuyo valor se estima en 150 billones de euros, necesitan la polinización por insectos, y las abejas son el principal protagonista de ese trabajo.

Ácaros y hongos asesinos

Esta investigación ha analizado las enfermedades más mortíferas entre las abejas de apicultura para determinar si estas podrían saltar a los abejorros silvestres. Confirmando que la varroosis (enfermedad vírica transmitida por un ácaro que deforma sus alas, conocida como Deformed Wing Virus) y el parásito Nosema ceranae (un hongo que va debilitando la colonia hasta que otras enfermedades oportunistas acaban con ellas) pueden infectar a los abejorros trabajadores y reducir considerablemente su vida útil.
Ya en 2012, estudios publicados en la revista Science, apuntaban a infecciones por DWV y por hongos como las principales causas que explicaban la elevada mortandad de las abejas. En el caso de la varroosis, los trabajos llevados a cabo cuando el ácaro llegó a la isla de Hawaii confirmaron que este virus mortal que es propagado por el ácaro al alimentarse de hemolinfa o «sangre» de abeja, era el causante del aumento de la mortandad de las colonias. De hecho, su aparición en la isla aumentó la prevalencia de una cepa del DWV en las abejas de un 10 a un 100%.
En el nuevo trabajo, abejas melíferas y abejorros fueron recogidos de 26 localizaciones a lo largo de todo el Reino Unido y analizados para detectar en ellos la presencia de parásitos. y se comprobó que ambas enfermedades estaban extendidas en abejas melíferas y abejorros silvestres de todo el país. Por ello, el Dr Fürst defiende que «uno de los aspectos más novedosos de nuestro estudio es que muestra que la varroosis, una de las principales causas de mortalidad de las abejas en todo el mundo, no solo está presente en los abejorros silvestres sino que está actualmente replicándose dentro de ellos. Lo que significa que no son solo vectores de transmisión sino que la padecen».
Los investigadores también observaron cómo se propaga la enfermedad y estudiaron similitudes genéticas entre la varroosis de diferentes poblaciones de polinizadores. Tras analizar los datos, tres factores sugirieron que las abejas melíferas están propagando las enfermedades a los abejorros. Primero, que las abejas melíferas tienen niveles de reservorios más altos de virus y parásitos que los abejorros; segundo que el contagio de los abejorros salvajes se produjo siguiendo los mismo patrones de contagio observados en las melíferas; y tercero, que las abejas melíferas y los abejorros silvestres de las mismas localizaciones presentaban idénticas cepas del virus DWV.
«Hemos sabido durante mucho tiempo que los parásitos están detrás del declive de las abejas melíferas», dijo el profesor Brown. «Lo que nuestros datos muestran -continúa explicando en el artículo- es que esos mismo patógenos están circulando ampliamente entre nuestros polinizadores. Las melíferas infectadas pueden dejar rastros de enfermedad, como esporas de hongos o partículas de virus sobre las flores que visitan, y eso puede infectar a las abejas silvestres. Mientras que estudios recientes han confirmado anecdóticas presencias de parásitos de las melíferas en otros polinizadores, este es el primer trabajo que determina la epidemiología de esos parásitos a lo largo de todo el ciclo. Los resultados, además, sugieren una urgente necesidad de protocolos para que los apicultores reduzcan el riesgo de enfermedades emergentes para nuestras abejas silvestres y melíferas».
El Profesor Brown añade que «las agencias nacionales e internacionales, actualmente, tratan las enfermedades de las melíferas sobre la base de que son solo una amenaza para las abejas de apicultura. Pero nuestras investigaciones muestran que esta premisa no es correcta, y que el escenario es mucho más complejo. Las políticas para gestionar estas enfermedades necesitan asumir que también son una amenaza para los polinizadores silvestres, no solo para los de apicultura, y ser rediseñadas para reducir el impacto de estos patóg