Aumenta el número de apicultores por la crisis y el éxito de los productos de las abejas
La crisis y la demanda cada vez mayor de los productos
de las abejas ha hecho que el número de apicultores en la provincia
aumente. Según los datos facilitados por la Asociación Galega de
Apicultura (AGA), el año pasado se registraron 67 apicultores más y
5.516 colmenas en la provincia. Y ello a pesar de que el 2013 fue un año
pésimo para la producción debido a las intensas lluvias de la primavera
seguidas de un verano muy caluroso.
Suso Asorey, secretario técnico de AGA, señaló que el aumento del paro tiene mucho que ver en este aumento. «A
xente nova busca outra actividade e nesta non se precisa unha grande
inversión, o que si é necesario é aprender o oficio, practicar un pouco,
ata o terceiro ano as contas non soen dar», advierte. Por otro lado, alude al éxito de los productos de las abejas: «Por
cuestións de saúde e de apego pola natureza e polo ecolóxico cada vez
teñen máis demanda. E non só o mel, senón tamén o polen, o propóleo, a
cera, cosméticos ou cremas con velenos para, por exemplo, a reuma».
También destaca Asorey la incorporación cada vez mayor de la mujer: «Antes era un traballo máis duro, pero agora está máis mecanizado e precísase constancia e meticulosidade».
A esto hay que sumar la presencia de gente cada vez más joven, que
crean pequeñas empresas, algo que promueven desde AGA para favorecer que
todo el proceso se haga en Galicia.
Aun así, Asorey señala que la provincia donde mejor funciona es Ourense porque «a agricultura industrial ten menos peso, non hai eucaliptos nin millo forraxeiro». Y es que los pesticidas son verdaderos enemigos de la apicultura.
«Non é que maten as abellas, pero son subletais, é dicir, aféctanlle ao
seu sistema de orientación, deixándoas nun estado similar a un enfermo
de alzhéimer, e non saben volver á colmea». El cambio climático, que produce adelantos en la floración, también les afecta negativamente.