La apicultura gallega empieza a notar el cambio climático en la cosecha de miel
La apicultura gallega comienza a notar los efectos del cambio climático. De algunas mieles monoflorales ahora hay más de una cosecha al año, lo que aumenta su valor; o con el incremento de las temperaturas se consigue una mejor producción de miel de roble. Por contra, el eucalipto adelantó su floración y eso le resta interés apícola, hasta el punto de descender la producción de miel de eucalipto muy acusadamente en algunas zonas. Así lo manifiesta Xesús Asorey, de la Asociación Galega de Apicultura, coordinador del congreso hispánico apícola que se celebra en el instituto Rosalía de Castro, y que prevé reunir a más de mil personas interesadas en esta ganadería hasta mañana por la tarde.
Esta actividad promociona las abejas como «centinelas
del medio ambiente» e insiste en la popularidad de los diferentes
productos relacionados con ellas. Son unos insectos imprescindibles,
por favorecer la biodiversidad. Además, la producción de alimentos
depende de su presencia en los campos y a su efecto polinizador.
Así, defiende la apicultura como una «actividad
multifuncional». También sirve para promocionar el turismo, como
muestran exposiciones, sobre todo una de Eslovenia, en la que pueden
contemplarse construcciones singulares para las colmenas.
Científicos y productores
El congreso junta a científicos y productores,
además de personas interesadas en la ecología y la conservación del
medio ambiente. Los usos sanitarios -La miel, dulce alternativa a los antibióticos,
es uno de los trabajos que se exponen, y otros inciden en sus
beneficios antitumorales-, la salud de las abejas, la tecnología
apícola, museos de la miel y rutas apícolas, productos como cerveza de
miel o hidromiel, o la avispa asiática, son cuestiones que contempla el
programa.
Colaboran alumnado y docentes del instituto
Rosalía. El director, Ubaldo Rueda, apeló en la inauguración al valor
didáctico y formativo de la apicultura.