Malestar entre los apicultores por la subida de cuotas
El consejo regulador, que ampara miel etiquetada, no actualizaba las tasas desde el 2008
santiago /la voz,
26 de febrero de 2015. Actualizado a las 05:00 h.
El consejo regulador que ampara a la
apicultura gallega bajo una etiqueta de calidad, Mel de Galicia, ha
decidido subir las cuotas a los productores, lo que ha generado un
cierto malestar en parte del sector. El sello da cobertura a 317
apicultores de los 3.500 que hay en la comunidad, pero en cambio
representa a 35.000 de las 90.000 colmenas. Es decir, más de un tercio
del total.
La cuota que abonan surge de una fórmula compleja que
multiplica el valor de referencia del mercado, los kilos de miel por
colmena y el número de estas. Algunos productores sitúan el incremento
de la tasa anual en el 60 %, aumento que desmiente el consejo. Antes, la
denominación preveía una producción de 15 kilos al año por colmena y
estipulaba un valor de referencia para la miel de 2 euros por kilo.
Ahora prevé que de cada colmena saldrán 20 kilogramos a 2,5 euros.
«No debemos olvidar que la cifra está aún muy por
debajo del valor real de la miel en el mercado, que son cuatro euros.
Las cuotas no se actualizaban desde el año 2008», recuerda Esther
Ordóñez, la presidenta de Mel de Galicia, quien insiste, además, en que
la nueva tarifa es fruto del acuerdo de un pleno en el que están
presentes representantes de los apicultores, los envasadores y las
cooperativas. La denominación recuerda que los 317 productores mueven
una facturación superior a los cinco millones al año en un sector de calidad, con un enorme potencial de crecimiento. Sin embargo, los
apicultores dibujan un panorama mucho más desalentador por la mortalidad
de las colmenas (una realidad discutida desde el consejo), el impacto
de la avispa asiática y un modelo en el que conviven dos tipos de
productor: el profesionalizado, que asume más costes, y el que utiliza
la apicultura como segundo ingreso en la jubilación. Personas que venden
el producto más barato y sin etiquetar. Desde una parte del sector
recuerdan que la miel amparada con el sello tiene la ventaja de que
permite colocarla entre las envasadoras, pero algunos productores
advierten de que el etiquetado no se traduce en un valor añadido de
mercado fuera de Galicia. Es decir, que no venden más por ese motivo.
«La fama la tiene la miel de la Alcarria, esto no es como el albariño o
la ternera», argumenta un apicultor crítico con la subida.