domingo, 31 de enero de 2016

Y así es como las abejas japonesas cocinan a su principal depredador, el avispón asiático gigante

 Publicado porLucia Yarzabal


Las abejas están condenadas a morir si matan con su aguijón. Siempre ha sido así, y siempre debieron encontrar formas más eficientes de defenderse de sus depredadores.
Las abejas japonesas desarrollaron una estrategia de defensa contra el avispón asiático gigante que es realmente impresionante. Literalmente, ellas cocinan a su presa.

El problema de las abejas en Japón



Japón es un gran productor de miel, pero las abejas japonesas no. Las abejas autóctonas de Japón no producen demasiada miel, por lo tanto el país importa abejas europeas para cumplir con la demanda del producto.
Cuando Japón comenzó a importar abejas europeas se encontró con un grave problema: estas no sobrevivían al ataque de su principal depredador en Japón, el avispón asiático gigante.
¿Cuál era la diferencia entre las europeas y las japonesas? ¿Como hacían las abejas japonesas para sobrevivir al ataque del avispón asiático?
Los especialistas debían investigar este fenómeno, y lo que descubrieron fue algo realmente impresionante.

La estrategia de  supervivencia de las abejas japonesas


Todas las abejas deben desarrollar estrategias de supervivencia más allá de su habilidad para picar, dado que una vez que clavan su aguijón lo pierden y mueren.
Cada tipo de abeja desarrolla diferentes estrategias en función del tipo de depredador que las acecha.
Cuando se introdujeron las abejas europeas en el ecosistema japonés, estas se encontraron con un nuevo tipo de depredador, el avispón asiático gigante, para el cual no tenían desarrollada una estrategia defensiva.
Las abejas japonesas, tras miles de años de evolución y de lidiar con su principal depredador, desarrollaron una estrategia fascinante.
Un avispón asiático puede, él solo, matar unas 40 abejas por minuto. Un pequeño grupo de ellos puede acabar con toda una colonia rápidamente.
En lugar de sacrificar individuos para atacar al intruso y salvar la colonia, las abejas rodean y sofocan al avispón y comienzan a vibrar.
La vibración de las abejas es tan intensa y coordinada que alcanza la impresionante temperatura de 117 grados Fahrenheit, algo más de 47 grados Celsius. Al hacer esto, literalmente, cocinan al avispón.
¿Cómo hacen para no cocinarse a sí mismas? Mientras las abejas japonesas son capaces de tolerar hasta 118 grados Fahrenheit (47.8 ºC), los avispones solo toleran 115 (46.1 ºC).
Esta diferencia es mínima, pero la estrategia de las abejas es muy precisa. Al vibrar, alcanzan la temperatura exacta que les permite neutralizar al avispón sin que las afecte a ellas.
Los científicos descubrieron todo esto gracias a imágenes térmicas del momento exacto en que la colonia se defiende de un avispón. Es realmente impresionante, el video más abajo lo muestra perfectamente. Lo interesante comienza en el minuto 0:22, y puedes activar los subtítulos, pero estos solo están disponibles en inglés.


Este video también es muy útil, y explica todo esto de una forma más gráfica: