domingo, 31 de julio de 2016

Valencia impulsa la recuperación de las abejas urbanas

El proyecto Apicultura Urbana está recuperando las colmenas de abejas dentro de la ciudad de Valencia. La iniciativa, donde colaboran el Ayuntamiento, la Universidad de Valencia y diversas asociaciones apicultores, pretende contribuir a la conservación de este insecto vital en la polinización de la mayor parte de las plantas, que está sufriendo una grave regresión en todo el mundo. Grandes metrópolis como Nueva York o París trabajan en proyectos similares.
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Fèlix Tena
Las ciudades se están convirtiendo en refugios para las abejas, que encuentran en los núcleos urbanos abundancia de especies de plantas que florecen en cualquier época año y una menor presencia de pesticidas y otros productos fitosanitarios, que suponen la mayor amenaza para su supervivencia.
El llamado “síndrome del despoblamiento” está diezmando la población mundial de abejas hasta el extremo de que muchos cultivos agrícolas deben ser polinizados por otros métodos en varios países de América. “La utilización masiva de insecticidas en la agricultura intensiva y la jardinería está provocando la mortalidad” explica Enrique Simón, miembro de los servicios técnicos de APIADS (Agrupación de Defensa Sanitaria Apícola), una de las entidades que forma parte de la Asociación de Apicultura de Valencia, donde participa el Ayuntamiento de Valencia y la Universidad.
Mostrar la importancia económica y social de la producción apícola es el objetivo de la exposición “Colmenas urbanas, miel de ciudad” recientemente inaugurada en el Museo municipal de Ciencias Naturales de Valencia, ubicado también en los jardines de Viveros. En octubre está previsto que Valencia organice la primera Semana de la Apicultura Urbana, según ha anunciado la concejala de Medio Ambiente de Valencia, Pilar Soriano. La muestra, organizada por la Delegación de Cultura y la de Parques y Jardines, recuerda la relación que mantienen las abejas y los humanos desde hace 7.000 años.
400 avisos por enjambres en 1 año
La agrupación tiene como objetivo rescatar a los enjambres que se localizan en diferentes puntos de la ciudad y que pueden resultar una molestia o incluso una amenaza para los vecinos, sólo en 2015 los bomberos recibieron 400 avisos de enjambres de abejas en la ciudad.
Estos enjambres son trasladados a las instalaciones municipales que el Observatorio del Árbol tiene los Jardines del Real, los Viveros. Allí se aprovechan para estudiar la salud de los ecosistemas urbanos y sirven como bioindicador de la salud ambiental, al tiempo que contribuyen a la recuperación de las poblaciones. El Ayuntamiento tiene un convenio con la Unió de Llauradors i Ramaders para redistribuir parte de las abejas entre los apicultores profesionales.
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Rescate en el Botánico
Uno de los últimos rescates de abejas se ha producido en el Jardín Botánico de la Universidad Valencia. Un enjambre de tamaño medio, formado por más de 10.000 individuos, se había instalado dentro de un monumental nogal americano. Con la muerte del árbol los insectos han sido evacuados.
Las abejas son vitales para el funcionamiento de la naturaleza, sin ellas la mayor parte de las especies vegetales no podrían ser polinizadas y la producción agrícola se reduciría drásticamente. Por ello buscar fórmulas para garantizar la supervivencia de sus colonias debe ser una prioridad para garantizar el futuro de la vida en el planeta.