miércoles, 3 de enero de 2007

El despoblamiento de las colmenas en España.

http://www.apitrack.com/informaciontecnica/higesnoscemaceranae122006_es_open.htm


El origen de una hipótesis.


La detección de Nosema ceranae por nuestro equipo de investigación en colonias de abejas afectadas por despoblamiento no ha sido un hecho accidental, sino la culminación de más de 6 años de trabajos de investigación y del análisis de más de 8.000 muestras de abejas tanto de España como de diferentes países de la Unión Europea.

*El síndrome de despoblamiento de las colmenas.

El actualmente conocido como “síndrome de despoblamiento de las colmenas”, no es un fenómeno nuevo, si bien en los dos últimos años se ha manifestado de manera más evidente y más generalizada en todo el territorio nacional. Nuestro equipo de trabajo ya identificó la presencia de un mayor número de abejas con esporas de Nosema, de tamaño ligeramente menor de lo habitual, en los primeros años del nuevo siglo, momento en el que probablemente el parásito Nosema ceranae pudo llegar a nuestro país.

En los años 2003 y 2004 el síndrome de despoblamiento se manifestó de forma evidente durante el otoño e invierno, momento en el que se produjeron la mayor parte de las bajas en los colmenares. Sin embargo, durante 2005 y 2006, este fenómeno se ha detectado a lo largo de todo el año, incluso durante el verano, momento en el que no suelen manifestarse cuadros de nosemosis debida a Nosema apis.

El único signo relacionado con este cuadro es la desaparición de las abejas sin presencia de las mismas cerca de las colmenas y un progresivo descenso en las producciones de miel y polen por la pérdida de la población de abejas. No es frecuente apreciar mortalidad evidente de las mismas en las colmenas, tan solo una neta falta de vigor. Durante la evolución de este proceso es frecuente que aparezcan patologías asociadas en la cría como son la loque americana o la ascosferosis.

Nuestro equipo comenzó a investigar el origen de este síndrome ya a finales de 1999. Pero fue a partir de 2003 cuando las investigaciones empezaron a dirigirse hacia Nosema sp. como agente causal del mismo, dadas las evidencias científicas que por entonces ya habíamos obtenido.

*Primera hipótesis de trabajo: acción tóxica de pesticidas.

La primera línea de actuación se relacionó con la hipótesis esgrimida por gran parte del sector (sobre todo en Francia) de que la causa era la acción tóxica de determinados pesticidas agrícolas. Actualmente sigue siendo la principal etiología barajada por parte del sector apícola pero no por gran parte del mundo científico.

En los últimos seis años, hemos estudiado la posible acción de determinados pesticidas de uso agrícola como la imidacloprida (GauchoÒ) o el fipronil (RegentÒ), utilizados en el tratamiento de las semillas de girasol, y su relación con el despoblamiento de las colmenas. A este respecto, resultan esclarecedores los datos presentados en la “Second European Conference of Apidology” celebrada en Praga, en septiembre de 2006. Algunos trabajos aquí presentados confirman científicamente que la utilización en condiciones de campo de semillas de girasol con un tratamiento estándar de imidacloprida, no suponen un riesgo real para las abejas. Bajo otro tipo de condiciones son productos tóxicos para las abejas, pero no en la relación abeja/girasol. En cuanto al fipronil, en el citado Congreso también se presentaron trabajos realizados bajo condiciones de laboratorio o en semi-campo, en los que se concluye el elevado potencial tóxico, que bajo estas condiciones controladas, tiene esta molécula para las abejas, aunque todavía no se ha demostrado esta toxicidad en condiciones de campo

En España, la imidacloprida sigue sin estar autorizada para el tratamiento de las semillas de girasol. Es importante reseñar que los análisis realizados por nuestro equipo entre 1999 y 2001 tanto en semillas de girasol como en polen de girasol, abejas y miel de colmenas ubicadas en diferentes plantaciones de girasol de Castilla-La Mancha, no mostraron la presencia de esta molécula o de ninguno de sus metabolitos por encima de los límites de detección de las técnicas empleadas, del orden de la ppb.

En lo referido al fipronil la situación es diferente

A día de hoy esta sustancia sí está autorizada para el tratamiento de las semillas de girasol, habiéndose utilizado por primera vez en España en 2004. En ese año, solamente recibieron semillas tratadas con fipronil el 5% del total de hectáreas sembradas de girasol que se encontraban en no más de tres provincias En 2005 y 2006, la situación es similar. Luego en el caso de que este pesticida tuviera la posibilidad de afectar a las abejas a través “del girasol”, los problemas solo se localizarían en zonas muy concretas y por tanto no sería posible que fuera el responsable de un problema generalizado en toda España.

Durante el verano de 2005 y 2006 hemos llevado a cabo un completo estudio de campo de las posibles repercusiones que sobre las colonias de abejas tienen los cultivos de girasol cuyas semillas se trataron con fipronil. En los colmenares estudiados no se han encontrado problemas toxicológicos agudos, ni se ha detectado fipronil ni ninguno de sus metabolitos en las muestras estudiadas hasta ahora. Sin embargo en todas las colonias de abejas se detectó, una altísima parasitación por Nosema ceranae

En cuanto a la presencia de otros insecticidas en el polen de reservas de las colmenas, nuestros datos actuales nos indican que éstos no serían tampoco los responsables únicos de un problema generalizado como el que se está produciendo en nuestras colmenas.

*Segunda hipótesis de trabajo: agente infeccioso o parasitario

Los datos de prevalencia de agentes infecciosos y parasitarios diagnosticados en muestras remitidas al laboratorio descartan el papel etiológico de los virus por el bajo número de abejas que han dado positivo a estos agentes. La varroosis aún cuando no se descarta que tenga un cierto papel en el síndrome no parece ser su única causa ya que el número de colmenas afectadas se ha mantenido similar a lo largo de los últimos años. Tan sólo ha sido evidente el progresivo aumento en la detección de esporas de Nosema en abejas procedentes de colmenas afectadas por el síndrome y es en esta línea en la que se han centrado los estudios de los últimos años.

En julio de 2005 se detectó las primeras secuencias genéticas que nos permitieron confirmar la presencia de Nosema ceranae en las abejas melíferas españolas. En septiembre del mismo año se confirmó su amplia difusión en el territorio nacional lo que indicaba que no era un hallazgo aislado, sino que afectaba a todo el territorio nacional y que tal y como era de suponer la difusión de Nosema ceranae no se limitaba exclusivamente a España, sino que lo lógico es que afectara a otros muchos países ya que es originaria del mismo hospedador y de la misma zona geográfica que Varroa destructor

En la actualidad nuestros trabajos de investigación apoyan esta hipótesis, y cuyas conclusiones hasta el momento son las siguientes:

*Nuestro equipo de trabajo ha sido el primero en Europa en detectar la presencia de Nosema ceranae parasitando Apis mellifera en colmenares afectados por despoblamiento.

*Hemos confirmado recientemente que Nosema ceranae cierra totalmente su ciclo biológico en las abejas melíferas en menos de tres días y presenta una mayor capacidad patógena que Nosema apis para las abejas melíferas, matando a éstas en pocos días sin ningún síntoma previo.

*Los métodos diagnósticos tradicionales utilizados para detectar la nosemosis en las colmenas (fundamentalmente observación y recuento de esporas) han resultado ser poco fiables, y no permiten valorar el estado sanitario real de la colonia de abejas ni su nivel de infección, ni tampoco la relación que ésta tiene con las manifestaciones clínicas.

*Hemos detectado Nosema ceranae en abejas de otros países europeos, lo que confirma que se trata de un problema generalizado, al menos, en la Unión Europea. Nuestros datos también parecen indicar que este microsporidio llegó antes a los países más orientales, siendo mucho más reciente su entrada en España (probablemente después del año 2000-2001).

*Nosema ceranae produce en Apis mellifera un cuadro clínico característico, diferente al producido por Nosema apis, y cuya principal manifestación es el despoblamiento, sin la aparición de otros síntomas como puede ser la diarrea. Nosema ceranae es capaz de provocar el despoblamiento de una colmena por sí sola, en un tiempo variable (de algunos meses a más de un año), tiempo que puede acortarse en caso de asociarse a otros agentes etiológicos.

*Actualmente Nosema ceranae afectaría de media a más del 50% de las colmenas de España. En algunas Comunidades Autónomas esta prevalencia es superior al 80%, lo que supone un riesgo sanitario de primera magnitud equiparable en estas zonas al problema originado por la varroosis.

*No hay datos que permitan, por ahora, atribuir el despoblamiento a la presencia de agrotóxicos, dado que en las muestras analizadas hasta el momento prácticamente no se detectan.

Agradecimientos.

Los trabajos de investigación en los que se basan los resultados aquí expuestos, han podido llevarse a cabo gracias a la financiación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (proyecto 05-280/PA47), Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (proyecto RTA2005-00152) y Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación (proyecto API06-009).

M. Higes*, R. Martín*, M. E. Garrido-Bailón* , J.L.Bernal***, Mª.J.Nozal***, R.Mayo***A. Sanz*, P. García-Palencia**, A. Meana**.

* Centro Apícola Regional. Dirección General de la Producción Agropecuaria de la Consejería de Agricultura. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

** Departamento de Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense de Madrid.

*** Departamento de Química Analítica. Facultad de Ciencias .Universidad de Valladolid