LORENA PARDO
CASTELLÓN. No se cumple a rajatabla el refrán popular, «haceos miel, y os comerán las moscas», porque precisamente la miel ya no solo atrae a las moscas sino a quienes comercian con ella. Un equipo de investigadores de la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón ha detectado residuos de antibióticos prohibidos en miel de importación que se vende en supermercados de la Comunidad Valenciana.
La investigación comenzó a petición de la Unió de Llauradors i Ramaders que envió muestras de unas doce marcas de miel de importación al Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas de la UJI, dirigido por Félix Hernández, ante la sospecha de presencia de residuos no autorizados en la Unión Europea.
Segundo análisis
Tras la primera analítica en la que se han detectado los antibióticos prohibidos, la UJI realizará una segunda prueba a partir de la próxima semana para confirmar la presencia de estos residuos y, en ese caso, se pondrá en conocimiento de la Conselleria de Sanidad para que se inicie el procedimiento y se retiren esas marcas del mercado.
De momento, la investigación sigue adelante, y , aunque se desconoce el país de origen de esa miel, puesto que la normativa de etiquetado no obliga a reflejarlo, según el técnico de apicultura de La Unió de Llauradors, Enrique Simó «alrededor del 60 por ciento de la miel que importa España procede de China, que es el primer país exportador de este producto».
Los investigadores de la UJI aseguran que la presencia de antibióticos puede deberse a su utilización en los tratamientos a las colmenas, pero muchos de ellos «están prohibidos en Europa». No obstante, la UJI dispone de técnicas químicas para descubrir el país de origen, a partir del análisis de los pólenes.
En 2002 se cerraron las fronteras españolas a la importación de miel de China y permanecieron así dos años, aunque se volvieron a abrir por presiones de importadores y de multinacionales en el año 2004. En este sentido, la Unió-COAG, se opuso a la nueva apertura a la importación, por considerar que el producto no cumplía las garantías sanitarias mínimas.
Por su parte fuentes del puerto de Castellón aseguran que por la vía marítima no ha entrado producto de estas características en la Comunidad Valenciana. Los análisis desvelarán su procedencia, mientras los apicultores valencianos se echan las manos a la cabeza ante la falta de control de este producto por parte de la Unión Europea.
Derrumbe de los precios
La producción de miel en España difícilmente supera las 30.000 toneladas al año, sin embargo las importaciones de miel han seguido en ascenso en la última década y superan las 18.000 toneladas año los que provoca, según el sector valenciano «el constante derrumbe de los precios», por debajo de su coste en la Comunidad Valenciana, 1,70 euros por kilo producido.