Los apicultores del Alto Navia piden una marca de calidad para este alimento Los asturianos, con 1,3 kilos al año, son los españoles que más miel consumen
La producción de la que es considerada la mejor miel de Asturias, la de Boal, superará este año los 35.000 kilos. Así lo confirmó ayer el presidente de la Asociación de Apicultores de Boal, Julio Fernández, quien calificó de «bastante buena» la cosecha correspondiente a esta campaña.
Las condiciones climatológicas que a lo largo del año se dieron en Boal y en el Alto Navia -humedad durante el invierno y primavera y bastante horas de sol durante el verano- ha permitido que esta campaña se salde con una buena producción. «Hemos tenido una buena afloración que, junto al buen tiempo para las colmenas, nos permite tener una buena cosecha», comentó Julio Fernández.
El presidente de la Asociación de Apicultores de Boal fue el encargado de cerrar las I Jornadas Apícolas del concejo, en la que participaron diversos expertos en la producción de miel de toda España. Estos encuentros sirvió para que los apicultores de Boal y de la comarca del Alto Navia reclamaran a la Administración regional la creación de una marca de calidad para la miel producida en esta zona. «Se habla de que quieren hacer una IGP -Indicación Geográfica Protegida- para la miel de Asturias. Yo creo que no saldrá adelante, por lo que considero que sería muy importante que la que producimos aquí, que está considerada como la mejor de Asturias, disponga de un distintivo de calidad», pidió Julio Fernández.
La más demandada
La 'joya' de las colmenas de Boal y de la ribera del Navia es, sin duda, la miel de brezo. Es la más demandada por todos los consumidores. Se trata de una miel oscura, muy característica. También se produce, sobre todo en las zonas de ribera, otra miel más clara. El kilo de este sabroso y saludable producto se cotiza a unos seis euros.
Pese a que la cosecha de miel va aumentando paulatinamente en los últimos años en la comarca, lo cierto es que el futuro no se presenta del todo bueno para el sector. El motivo: «La falta del relevo generacional. La media de edad de los apicultores es de unos cincuenta años, no hay jóvenes que quieran trabajar en este sector», explica el presidente de los apicultores boaleses.
Una de las posibles formas de hacer «atractivo» este trabajo es la apuesta por la diversificación. Por ejemplo, mediante la transformación de la miel en otros productos -Boal Apícola, por ejemplo, produce licores- o la comercialización de jalea real o propolen.
Durante las jornadas celebradas ayer también se constató que los asturianos son los españoles que más miel consumen. Los datos los aportó Félix Campos, gerente de la Sociedad Cooperativa Apícola de España, en Ayora (Valencia). Cada ciudadano de Asturias consume 1,3 kilos de miel cada año.
Le siguen los cántabros (0,84 kilos) y los de Baleares (0,59). Por contra, los menos 'melosos' son los castellano-manchegos, (0,24 kilos) y los murcianos (0,37).
