Los apicultores de Castilla y León han vuelto a lanzar la voz de alarma ante una crisis sostenida del sector que puede provocar el fin de muchas de sus explotaciones. A problemas ya conocidos como la competencia de mieles extranjeras o la varroa, se suma ahora el llamado 'síndrome de desabejamiento', que provoca cada año la pérdida de entre el 25% y el 30% del número de abejas de cada colmena, según el secretario provincial de la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Salamanca, José Luis González.
José Luis González señaló que mientras los criterios «biológicos» llevan a admitir una mortalidad de entre el 8% y el 10% de las abejas, en estos momentos «hay que sumarle hasta el 20% por el 'desabejamiento'». González admitió que los estudios apuntan a que los causantes de este mal son los plaguicidas, la peor alimentación de las abejas por la sequía y la aparición del nosema, un parásito que impide el correcto desarrollo del metabolismo de la abeja.
Sin embargo, destacó la «esperanza» por la puesta en marcha de un plan piloto de lucha contra la varroasis en 72.000 colmenas de 213 explotaciones de Salamanca con un medicamento que «podrá extenderse a toda la región». Castilla y León cuenta con más de 300.000 colmenas, que producen una media de 11,5 kilos de miel al año. Hasta junio, el sector acumuló unas pérdidas de 4,5 millones por el descenso de la producción de miel.