domingo, 6 de abril de 2008
La abeja pequeña resiste el ataque del ácaro que infesta las colmenas
El apicultor Stephan Braun ha rescatado la abeja negra silvestre para combatir el parásito
La Varroa destructor es un ácaro con el que la abeja negra canaria no ha podido convivir hasta ahora. / da
Diario de Avisos
Garafía
Un apicultor afincado en Garafía, Stephan Braun, ha tardado más de seis años en desarrollar un método biológico para hacer a la abeja más fuerte, el cual resulta efectivo para erradicar de los panales al ácaro conocido como Varroa destructor o Varroa jacobsoni. Una vez fue introducido en Las Manchas, municipio de Los Llanos de Aridane, a través de panales trasladados a la Isla desde Tenerife en septiembre de 2007, el parásito ha infestado colmenas en todos los municipios de La Palma, incluido San Andrés y Sauces donde a pesar de que se especulaba que era un espacio virgen, los últimos test han detectado la presencia del ácaro que chupa la sangre a la abeja, debilitándola hasta producirle la muerte.
La estrategia de Braun ha sido desarrollar una abeja más pequeña, la abeja negra autóctona de La Palma, cuyo origen radica en una colmena silvestre que éste buscó adentrándose en La Caldera por el cauce del barranco Izcagua. Progresivamente ha introducido la reina originaria y sus hijas en colmenas de celdillas más pequeñas, ya que está comprobado que cuanto menor es la abeja, mejor soporta la picadura del ácaro y lo expulsa del colmenar. De hecho, entendiendo que la abeja Apis cerana convive con la Varroa en Asia desde hace mucho tiempo, surgió esta iniciativa de recuperar la abeja negra canaria pequeña, pues los agricultores recuerdan que la abeja siempre fue de menor tamaño, si bien se trabajó para que creciera y produjera más kilos de miel. El eficaz método rechaza el empleo de la química, evitando productos como Apistán o Bayvarol, el ácido fórmico o ácido láctico.