El proyecto se inició la campaña pasada para determinar la polinización bajo materiales antiplagas, antitérmico y normal
La Fundación Cajamar está llevando a cabo un estudio en el que se pretende determinar la polinización bajo tres materiales plásticos como son antiplagas, antitérmico y normal, en cultivo de melón y sandía. En este sentido, Juan Carlos López, responsable del proyecto y miembro de la Fundación Cajamar, ha informado de que el estudio se divide en tres objetivos principales. «El primer fin es estudiar el comportamiento de los abejorros en otoño y las abejas en primavera frente a los distintos materiales de cubierta; y en segundo lugar lo que se pretende es evaluar la incidencia de los diferentes materiales plásticos sobre las plagas en invernadero y virus».
Durante la campaña 2006/2007 el ensayo se ha estado realizando en cultivo de melón, pero en la actual campaña, el estudio se ha ampliado a cultivos de sandía. De este modo, durante la campaña 2007/2008, la prueba se lleva a cabo en 3 invernaderos con cubierta asimétrica, de 2.400 metros cuadrados cada uno. Con ello, López ha informado que cada invernadero está formado por 8 módulos de estructura metálica, y cada uno de ellos tiene ventanas laterales en las bandas de Norte y Sur y cenitales en todos los módulos. La orientación del invernadero es Este-Oeste.
La polinización, en el cultivo de melón y sandía, se realizará mediante abeja. Así, para el ciclo de otoño, el cultivo es el melón. En cada invernadero hay una bandeja de demanda y dos de drenajes. Tanto la primera como la segunda contienen dos sacos de cultivo, es decir, 4 plantas y 6 goteros, cuyo porcentaje se calculará diariamente y con ello se definirá el volumen de riego a aportar. «Los tratamientos son los siguientes. En un primer invernadero estará prensente el plástico normal; en el invernadero segundo, conocido como nave 23, estará el plástico antitérmico; mientras que en la nave 24 se hará el estudio con plástico antiplagas», ha comentado Juan Carlos López.
Una vez determinado cada uno de los invernaderos se realizarán controles que van a permitir conocer resultados de manera inmediata, los cuáles permitirán ir mejorando los aspectos más complicados del estudio. En este sentido, López ha expuesto algunos de los exámenes que se van a llevar a cabo en cada nave. «Se controlarán los drenajes y aportes cada mañana; se vigilará la temperatura y humedad relativa del aire mediante dos aspirosicrómetros ventilados; se realizará un control de transmisividad mediante barra de radiación Par; por otro lado, también vamos a distinguir entre producción total y comercial. Se considerarán 6 repeticiones por tratamiento y 8 plantas por repetición; y finalmente se evaluará la actividad de los polinizadores contabilizando la entrada y salida de las abejas de la colmena». En algunos meses, los resultados dirán si las abejas aguantan todos los materiales plásticos o no.
