lunes, 23 de junio de 2008

GÜÍMAR La hambruna puede acabar con buena parte de la población de abejas


Güímar
Jorge Alonso


La hambruna puede acabar con buena parte de la población de abejas de Tenerife en la que ya es la peor campaña de miel de los últimos cuarenta años. Para el presidente de la Asociación de Apicultores de Tenerife (APITEN), el güimarero Julio Díaz, el colectivo no descarta alimentar las colmenas con un jarabe mezcla de agua y azúcar para evitar que las abejas mueran en el campo por inanición.

Tras un invierno anormal donde se han mezclado la escasa lluvia con periodos cortos de frío y calor, incluidos varios días de altísima temperatura, han acabado por cambiar el sistema de control natural de floración de las plantas.

Las consecuencias de este desbarajuste climatológico se han sentido de forma especial en el Parque Nacional del Teide, al que suben en primavera las colmenas en su trashumancia anual para aprovechar las floraciones de retamas y tajinastes.

"En los 30 años que llevo metido de lleno en el mundo de la apicultura nunca había visto nada igual. Si la situación de hambruna se mantiene y todo apunta que va a ser así, no descartamos tener que alimentar a nuestras colmenas artificialmente para que no mueran en el campo, situación que nunca antes se había producido en Tenerife", explica Julio Díaz Cruz.

"Algunos de nuestros más viejos apicultores me han manifestado que tendríamos que remontarnos a cuarenta año atrás para encontrar una situación como la actual", sigue diciendo.

Afirma Díaz Cruz que a estas alturas el año pasado ya tenía recolectados más de 1.300 litros de miel en sus panales de cumbre, situados en los asentaderos del Sanatorio (frente al risco de Guajara) e Izaña, y que a día de hoy esta cantidad sólo alcance los 100 litros. "Lo mismo que me ocurre a mí le pasa al resto de los apicultores cuyas mermas en la producción rondan el 90% respecto a la última campaña. A la vista de la situación los colmeneros han comenzado ya a retirar sus abejas del Parque e inmediaciones y otros ni siquiera las han subido", añade.

Cree Díaz que la situación es irreversible y que las floraciones de la malpica y la chajora que son más tardías no son la solución.