miércoles, 8 de octubre de 2008

Percebeiro por tradición y apicultor por vocación


Rubén López tiene 14 años y ha sacado su primera cosecha de miel.


Rubén López es hijo de un percebeiro y una percebeira de Santa Mariña, en Camariñas. Por tradición tendría que hacerse aficionado a los crustáceos, pero lo que le va son las abejas.

El muchacho tiene solo 14 años y estudia en el Centro de Formación Rural EFA Fonteboa, en Coristanco. Una de las actividades del centro es la apicultura y a Rubén le gustó tanto que decidió comprarse su propia colmena y instalarla en su casa, junto al bravo mar de la Costa da Morte.

Explica que juntó el dinero haciendo recados para sus padres. Cuando tuvo 50 euros se compró la colmena y las abejas, que consiguió «dun señor de Vimianzo».

A partir de ahí se dedicó a su afición con un entusiasmo que emociona. Reconoce que sus padres no están especialmente satisfechos con su gusto por las abejas y que «teñen algo de medo», pero han terminado por conformarse.

Acaba de sacar 13 kilos, lo que es una buena cantidad para un primerizo, aunque reconoce que podrían hacer sido 20, pero decidió dejar una buena cantidad para que los insectos pasen el invierno con comodidad y sin problemas de alimentación. Como en el cuento de la lechera, ya hace sus cálculos para la próxima primavera, a pesar de que el año no ha sido bueno para la apicultura.