miércoles, 5 de noviembre de 2008

Un apicultor denuncia la muerte de 12 millones de abejas en Llosa de Ranes


Los agentes del Seprona investigan el suceso para esclarecer las causas y evaluar si se trata de un hecho accidental o intencionado


Un apicultor denunció ayer a los efectivos del Seprona la muerte de más de 12 millones de abejas en unas colmenas emplazadas en el término municipal de la Llosa de Ranes.

Vicente P., vecino de Cortes de Pallars y apicultor profesional, descubrió el pasado jueves 30 de octubre que las abejas de sus 150 colmenas situadas en la partida de Las Teixoneras de esta localidad habían sido envenenadas, según su opinión con algún tipo de plaguicida o insecticida. El hombre pudo comprobar que también habían sido exterminadas las de un compañero suyo situadas en un campo cercano, calculando entre ambos un total de 240 enjambres muertos.

El denunciante explicó abatido y desconsolado por las muertes, que tras el duro trabajo que supone cuidar de las abejas durante todo el año "no hay derecho que después llegue un asesino y mate a más de 12 millones tranquilamente".

Se ha estimado por parte de los peritos que evaluaron las pérdidas de las 150 colmenas, que éstas están valoradas en un total de 12.159 euros, aunque cabe destacar que para este apicultor valenciano "el valor sentimental no puede ser calculado en dinero".

Las colmenas habían sido ubicadas en esta zona el pasado día 6 de octubre, aunque no había podido volver a la partida hasta el jueves debido a las inclemencias del tiempo, por lo que ha sido imposible determinar la fecha exacta en la que ocurrieron los hechos.

Tampoco ha sido posible establecer quien ha sido el autor de los mismos y aunque existen varias sospechas, según el apicultor "es muy difícil decir quien ha sido y encontrarlo, ya que no se sabe cuando ocurrió y pudo ser cualquiera, porque en la Comunitat Valenciana estamos muy perseguidos".

Esclarecer esta cuestión es algo que espera que hagan los agentes del Seprona tras el análisis de las abejas, al igual de si se trata de un hecho accidental o provocado.

También explicó que muchas veces los vecinos, los agricultores de campos cercanos o simplemente aquellas personas que salen a dar una vuelta por el monte, protestan por el emplazamiento de las colmenas. Añadió respecto a esto que si les molesta "siempre pueden llamar al teléfono que aparece en la placa y no hay derecho a que maten las abejas de esa forma"

Según explicó este compungido vecino de Cortes de Pallars, para sacar adelante a estos insectos se requiere un gran esfuerzo ya que hay que vigilar que no sean afectados por el clima, también prevenir el contagio de plagas y enfermedades que suelen atacar a estas especies, así como trasladarlas a lo largo de todo el territorio de floración en floración, para poder conseguir "ganarse el pan".

Aunque es la primera vez que este apicultor sufre un ataque de este tipo, comentó que todos los años "es un disparate los asesinatos de abejas que se producen en esta provincia, cuando no es porque fumigan los árboles es porque envenenan a los animales o los matan de otras formas y esto no puede seguir así". También insistió en que una gran cantidad de compañeros de profesión "sufren estos abusos año tras año, sin que nadie les ayude".

Destacó que desde hace unos tres años "el Gobierno de la Generalitat está dando alas a las personas para que se cometan actos como este y no hay derecho a que a los apicultores nos acribillen de esta forma".

En el año 2003, la Conselleria de Agricultura Pesca y Alimentación de la Generalitat Valenciana publicó el Decreto de la Pinyolà, que impide la colocación de las colmenas de abejas y otros polinizadores a menos de cinco kilómetros de los cultivos de naranjos cuando estos árboles se encuentran en floración.

A través de esta normativa, que los apicultores consideran abusiva, se trata de evitar que los insectos polinicen los naranjos para que los frutos no tengan huesos y puedan ser vendidos en el mercado. También trata de poner fin al conflicto entre los apicultores y los productores de cítricos, aunque estos no se han solucionado con éxito hasta la actualidad.

Sin embargo dicen los apicultores que esto perjudica al sector, ya que ha provocado que la producción de miel de azahar haya descendido de las 5.000 toneladas anuales a las 1.000 a partir de la puesta en marcha de este decreto en el 2003.

Finalmente cabe mencionar que el próximo lunes 3 de noviembre, está previsto que los agentes del Seprona y los apicultores afectados procedan a la retirada de las colmenas de los campos de la Llosa de Ranes. También se harán análisis para determinar las causas de las muertes de los animales.