La actividad de los 23.000 apicultores españoles trasciende a la producción de miel y polen, puesto que la polinización es básica para la agricultura. En Galicia destaca la miel milflores y las monoflorales de castaño y eucalipto (que deben tener un mínimo del 70%) y las de brezo y zarza (con al menos el 45%), pero la indicación geográfica protegida (IGP) busca reforzar la puesta en valor de la miel de sus 400 productores y 37 envasadoras, de cara a los consumidores: el etiquetado nutricional.
En un programa a tres años y 105.000 euros de la Consellería do Medio Rural, la Facultade de Ciencias de Ourense investiga la composición química de mieles en las cuatro provincias para facilitar el contenido en vitaminas, azúcares o compuestos antioxidantes de un producto ya apreciado por no tener conservantes, colorantes o aditivos. La miel gallega destaca por sus características sensoriales y por su mayor contenido en minerales respecto a otras.
Otra preocupación para el otoño-invierno es la desaparición de colmenas, algo que Ester Ordóñez relaciona con causas multifactoriales pero con un origen claro en el debilitamiento de las defensas de las abejas por no tratar o hacerlo inadecuadamente frente al ácaro de la varroa que las parasita.
Varroa e imidacloprid
Asegura Ordóñez que pertenecer a la IGP implica gratuidad de tratamientos y la alternancia para no generar resistencias. La recomendación de algunas asociaciones de no tratar colmenas para así obtener abejas resistentes y que haya menos residuos en la miel, la considera «ilógica» pues mueren casi todas las colonias y las vivas dejan de producir. «Os experimentos, para os investigadores», recomienda.
Para AGA, que sostiene que detrás del debilitamiento y desaparición de abejas están los insecticidas nicotinoides, ha sido una gran noticia que el Ministerio de Agricultura emitiera el 27 de agosto una prohibición o revocación de autorización de productos como el Confidor o el Gaucho, cuyo principio activo es el imidacloprid, prohibido en Francia y suspendido cautelarmente en países como Italia.
Xesús Asorey apunta que aunque en enero el imidacloprid debe salir del mercado, no hay nada definitivo: «Aínda quedan as sementes tratadas do millo e non sabemos que pasará coa fumigación dos eucaliptos».